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sábado, 2 de junio de 2012
Canto 2 : La Manifestación Cósmica.
Canto 2 : La Manifestación Cósmica.
Capítulo 1 : EL PRIMER PASO EN LA COMPRENSIÓN DE DIOS.
INVOCACIÓN — ¡Oh, mi
Señor, la omnipresente Personalidad de Dios!, te ofrezco mis respetuosas
reverencias.
VERSO 1 — Śrī Śukadeva Gosvāmī dijo: Mi querido
Rey, tu pregunta es gloriosa, pues es de gran beneficio para toda clase de
gente. La respuesta a esa pregunta constituye la materia principal que debe
oírse, y tiene la aprobación de todos los trascendentalistas.
VERSO 2 — Aquellas personas que se hallan
sumidas en lo material, como están ciegas en lo referente al conocimiento
acerca de la verdad suprema, tienen mucho de qué oír en la sociedad humana, ¡oh
emperador!
VERSO 3 — De noche, el envidioso dueño de casa
pasa la vida ya sea durmiendo o entregándose a la complacencia sexual, y de
día, ya sea haciendo dinero o manteniendo a los familiares.
VERSO 4 — Las personas desprovistas de
ātma-tattva no examinan los problemas de la vida, por estar demasiado apegadas
a los soldados falibles, tales como el cuerpo, los hijos y la esposa. Aunque
ellas tienen suficiente experiencia, no ven su inevitable destrucción.
VERSO 5 — ¡Oh, descendiente del Bharata!, aquel
que desee liberarse de todos los sufrimientos debe oír hablar de la
Personalidad de Dios, y glorificar y también recordar a la Personalidad de
Dios, quien es la Superalma, el controlador y el que redime de todos los
sufrimientos.
VERSO 6 — La máxima perfección de la vida
humana - ya sea que se logre mediante el conocimiento completo acerca de la
materia y el espíritu, mediante el ejercicio de los poderes místicos o mediante
el desempeño perfecto de la ocupación obligatoria - consiste en recordar a la
Personalidad de Dios al final de la misma.
VERSO 7 — ¡Oh, rey Parīkṣit!, los
trascendentalistas más elevados de todos, que se encuentran por encima de las
restricciones y los principios regulativos, son principalmente quienes se
complacen en describir las glorias del Señor.
VERSO 8 — Al final de Dvāpara-yuga, yo estudié
con mi padre, Śrīla Dvaipāyana Vyāsadeva, este gran suplemento de la literatura
védica llamado Śrīmad-Bhāgavatam, que es igual a todos los Vedas.
VERSO 9 — ¡Oh, santo Rey!, yo me encontraba sin
duda perfectamente situado en la trascendencia, y aun así me atrajo la
descripción de los pasatiempos del Señor, a quien se lo describe con versos iluminados.
VERSO 10 — Yo recitaré ante ti ese mismo
Śrīmad-Bhāgavatam, porque tú eres el devoto más sincero del Señor Kṛṣṇa. Aquel
que oye el Śrīmad-Bhāgavatam con toda atención y respeto, logra tener
una fe resuelta en el Señor Supremo, el que da la salvación.
VERSO 11 — ¡Oh, Rey!, el canto constante del
santo nombre del Señor siguiendo el sendero de las grandes autoridades, es la
manera libre de dudas y temor en que todos pueden lograr el éxito: tanto
aquellos que están libres de todos los deseos materiales, como aquellos que
están deseosos de todo el disfrute material, así como también aquellos que
están autosatisfechos en virtud del conocimiento trascendental.
VERSO 12 — ¿Qué valor tiene una vida prolongada
que se desperdicia, en la que no se ha adquirido ninguna experiencia después de
estar muchos años en este mundo? Es mejor un solo momento de plena conciencia,
porque eso lo inicia a uno en la búsqueda del bien supremo.
VERSO 13 — El santo rey Khaṭvāṅga, al
informársele que su vida duraría sólo un momento más, se liberó de inmediato de
todas las actividades materiales, y se refugió en la seguridad suprema, la
Personalidad de Dios.
VERSO 14 — Mahārāja Parīkṣit, ahora la duración
de tu vida ha quedado limitada a siete días más, así que durante ese tiempo
puedes realizar todos esos rituales que se requieren para la mejor utilización
de tu siguiente vida.
VERSO 15 — En la última etapa de la vida, se
debe ser lo suficientemente valiente como para no temerle a la muerte. Pero uno
debe cortar todo apego al cuerpo material y a todo lo que a él le pertenece, y
acabar con todos los deseos que de él se derivan.
VERSO 16 — Uno debe irse del hogar y practicar
autocontrol. Uno debe bañarse regularmente en un lugar sagrado, y sentarse en
un sitio solitario y debidamente santificado.
VERSO 17 — Después de sentarse de la manera
descrita, haz que la mente recuerde las tres letras trascendentales [a-u-m], y,
regulando el proceso respiratorio, controla la mente de modo tal que no olvides
la semilla trascendental.
VERSO 18 — Gradualmente, mientras la mente se
espiritualiza de un modo progresivo, apártala de las actividades de los
sentidos, y, mediante la inteligencia, los sentidos quedarán controlados. La
mente que está demasiado absorta en las actividades materiales puede ocuparse
en el servicio de la Personalidad de Dios, y así quedar fija en el estado de
plena conciencia trascendental.
VERSO 19 — Después, debes meditar en los
miembros de Viṣṇu, uno tras otro, sin apartarte de la concepción de todo el
cuerpo. De ese modo, la mente se libera de los objetos de los sentidos. No debe
haber ninguna otra cosa en qué pensar. Como la Suprema Personalidad de Dios,
Viṣṇu, es la Verdad Suprema, la mente se satisface por completo únicamente con
Él.
VERSO 20 — La mente de uno siempre está agitada
por la modalidad apasionada de la naturaleza material, y confundida por la
modalidad ignorante de la naturaleza. Pero uno puede corregir esos conceptos
mediante la relación con Viṣṇu, y apaciguarse así por medio de la limpieza de
las cosas sucias que ellos han creado.
VERSO 21 — ¡Oh Rey!, mediante este sistema de
recuerdo y teniendo el firme hábito de ver la concepción personal del Señor,
que es supremamente buena, uno puede conseguir muy pronto el servicio
devocional del Señor, y quedar bajo Su protección directa.
VERSO 22 — El afortunado rey Parīkṣit,
continuando con sus preguntas, dijo: ¡Oh brāhmaṇa!, por favor describe
con todo detalle cómo y dónde hay que aplicar la mente y cómo se puede fijar el
concepto, de manera que de la mente de una persona se puedan eliminar todas las
suciedades que haya en ella.
VERSO 23 — Śukadeva Gosvāmī respondió: Uno debe
controlar la manera de sentarse, regular el proceso respiratorio mediante el
prāṇāyāma yóguico y controlar así la mente y los sentidos, y con la
inteligencia, dirigir la mente hacia las potencias burdas del Señor [conocidas
como el virāṭ-rūpa].
VERSO 24 — Toda esta gigantesca manifestación
del mundo material fenoménico es el cuerpo personal de la Verdad Absoluta, en
donde el tiempo material se experimenta en la forma del pasado, el presente y
el futuro universal resultante.
VERSO 25 — La gigantesca forma universal de la
Personalidad de Dios - forma que se encuentra dentro del cuerpo del cascarón
universal, es cual está cubierto por siete elementos materiales - es el objeto
de la concepción virāṭ.
VERSO 26 — Las personas que lo han comprendido
perfectamente, han analizado que los planetas conocidos como Pātāla constituyen
las plantas de los pies del Señor universal, y los talones y los dedos de los
pies son los planetas Rasātala. Los tobillos son los planetas Mahātala, y Sus
canillas constituyen los planetas Talātala.
VERSO 27 — Las rodillas de la forma universal
constituyen el sistema planetario denominado Sutala, y los dos muslos son los
sistemas planetarios Vitala y Atala. Las caderas son Mahītala, y el espacio
sideral es la depresión de Su ombligo.
VERSO 28 — El pecho de la Personalidad Original
de la forma gigantesca es el sistema planetario luminoso, Su cuello constituye
los planetas Mahar, Su boca constituye los planetas Janas, y Su frente es el
sistema planetario Tapas. El sistema planetario más elevado de todos, conocido
como Satyaloka, es la cabeza de Aquel que tiene mil cabezas.
VERSO 29 — Sus brazos son los semidioses
encabezados por Indra, las diez direcciones son Sus oídos, y el sonido físico
es Su sentido de la audición. Sus fosas nasales son los dos Aṣvinī-kumāras, y
la fragancia material es su sentido del olfato. Su boca es el ardiente fuego.
VERSO 30 — La esfera del espacio sideral
constituye las cuencas de Sus ojos, y el globo ocular es el Sol como la
capacidad de ver. Sus párpados son tanto el día como la noche, y en los
movimientos de Sus cejas residen el Brahmā y otras personalidades supremas
semejantes. Su paladar es el director del agua, Varuna, y el jugo o la esencia
de todo es Su lengua.
VERSO 31 — Ellos dicen que los himnos védicos
son el conducto cerebral del Señor, y que las mandíbulas en las que tiene los
dientes son Yama, el dios de la muerte, quien castiga a los pecadores. El arte
del afecto es Su dentadura, y la muy seductora e ilusoria energía material es
Su sonrisa. Este gran océano que es la creación material, no es más que la
mirada que Él nos lanza.
VERSO 32 — La modestia es la porción superior de
Sus labios, el anhelo es Su mentón, la religión es el pecho del Señor, y la
irreligión es Su espalda. Brahmājī, quien engendra a todos los seres vivientes
del mundo material, es Su órgano genital, y los Mitrā-varuṇas son Sus dos
testículos. El océano es Su cintura, y las colinas y montañas son los conjuntos
de Sus huesos.
VERSO 33 — ¡Oh, Rey!, los ríos son las venas del
gigantesco cuerpo, los árboles son los vellos de Su cuerpo, y el aire
omnipotente es Su respiración. Las eras que pasan son Sus movimientos, y Sus
actividades son las reacciones de las tres modalidades de la naturaleza
material.
VERSO 34 — ¡Oh, el mejor entre los Kurus!, las
nubes, que llevan agua, son Sus cabellos, los fines de los días o de las noches
son Su traje, y la causa suprema de la creación material es Su inteligencia. Su
mente es la Luna, el embalse de todos los cambios.
VERSO 35 — El fundamento de la materia
[mahat-tattva] es la conciencia del omnipresente Señor, tal como lo afirman los
expertos, y Rudradeva es Su ego, El caballo, la mula, el camello y el elefante
son Sus uñas, y los animales salvajes y todos los cuadrúpedos se encuentran en
la zona de la cintura del Señor.
VERSO 36 — Las variedades de aves son
indicaciones de Su magistral sentido artístico. Manu, el padre de la humanidad,
es el emblema de Su inteligencia modelo, y la humanidad es Su residencia. Las
especies celestiales de los seres humanos, tales como los Gandharvas, los
Vidyādharas, los Cāraṇas y los ángeles, representan todos Su ritmo musical, y
los soldados demoníacos son representaciones de Su maravilloso heroísmo.
VERSO 37 — La cara del virāṭ-puruṣa constituye
los brāhmaṇas, Sus brazos son los kṣatriyas, Sus muslos son los vaiśyas, y los
śūdras se encuentran bajo la protección de Sus pies. Todos los semidioses
venerables también están dominados por Él, y todo el mundo tiene el deber de
ejecutar sacrificios con artículos apropiados, para apaciguar al Señor.
VERSO 38 — De ese modo te he explicado el
gigantesco concepto material y burdo de la Personalidad de Dios. Aquel que
desea sinceramente la liberación, concentra la mente en esta forma del Señor,
porque en el mundo material no hay nada más que esto.
VERSO 39 — Uno debe concentrar la mente en la
Suprema Personalidad de Dios, quien es el único que se distribuye en muchísimas
manifestaciones, tal como las personas ordinarias crean miles de
manifestaciones cuando sueñan. Uno debe concentrar la mente en él, la única y
supremamente bienaventurada Verdad Absoluta. De lo contrario, uno se
desencaminará y provocará su propia degradación.
INVOCACIÓN — ¡Oh, mi
Señor, la omnipresente Personalidad de Dios!, te ofrezco mis respetuosas
reverencias.
Capítulo 2 : EL SEÑOR QUE
ESTÁ EN EL CORAZÓN.
VERSO 1 — Śrī Śukadeva Gosvāmī dijo:
Previamente, antes de la manifestación del cosmos, el Señor Brahmā, por el
hecho de meditar en el virāṭ-rūpa y apaciguar al Señor, recobró la conciencia
que había perdido. En virtud de ello, él pudo reconstruir la creación tal como
estaba antes.
VERSO 2 — La manera en que se presentan los
sonidos védicos es tan engañosa, que dirige la inteligencia de la gente hacia
cosas sin sentido, tales como los reinos celestiales. Las almas condicionadas
se la pasan soñando con esos ilusorios placeres celestiales, pero en verdad no
saborean ninguna felicidad tangible en esos lugares.
VERSO 3 — En razón de eso, mientras la persona
iluminada se encuentra en el mundo de los nombres, debe esforzarse únicamente
por satisfacer las necesidades básicas de la vida. Ella debe tener la
inteligencia fija y nunca debe esforzarse por cosas poco recomendables, estando
en capacidad de percibir en la práctica que toda esa clase de esfuerzos sólo
significan trabajar mucho para nada.
VERSO 4 — Si hay mucha tierra llana en la que
uno se puede acostar, ¿qué necesidad hay de catres y camas? Si uno puede usar
sus propios brazos, ¿qué necesidad hay de una almohada? Si uno puede usar las
palmas de las manos, ¿qué necesidad hay de los diferentes utensilios? Si hay mucho
con qué cubrirse, o cortezas de árboles, ¿qué necesidad hay de tener ropa?
VERSO 5 — ¿Acaso no hay ropa raída tirada en la
vía pública? ¿Acaso los árboles, que existen para mantener a otros, han dejado
de dar limosna? ¿Acaso los ríos se han secado y han dejado de proporcionarle
agua al sediento? ¿Acaso las cuevas de las montañas se encuentran ahora
cerradas? Y, por encima de todo, ¿acaso el Todopoderoso Señor no protege a las
almas que se han entregado por completo? ¿Por qué van, entonces los eruditos sabios
a adular a aquellos que están embriagados por la riqueza arduamente ganada?
VERSO 6 — Fijo de ese modo, uno debe prestarle
servicio a la Superalma que, mediante Su omnipotencia, está situada en el
corazón de uno. Como Él es la Todopoderosa Personalidad de Dios, eterna e
ilimitada, Él es la meta última de la vida, y por el hecho de adorarlo a Él,
uno puede acabar con la causa del estado condicionado de la existencia.
VERSO 7 — ¿Quién más, aparte de los muy
materialistas, va a desdeñar ese pensamiento trascendental y adoptar sólo los
nombres temporales, viendo que las masas están caídas en el río del sufrimiento
como consecuencia del resultado que han devengado de su propio trabajo?
VERSO 8 — Otros conciben a la Personalidad de
Dios que reside en el cuerpo en la región del corazón y mide sólo veinte
centímetros, con cuatro manos, en las que lleva un loto, la rueda de una
cuadriga, una caracola y una maza, respectivamente.
VERSO 9 — Su boca expresa Su felicidad. Sus
ojos son alargados como los pétalos de un loto, y Su ropa, amarillenta como el
azafrán de una flor kadamba, está adornada con joyas preciosas. Todos Sus
ornamentos están hechos de oro y engastados con joyas, y Él lleva en la cabeza
un tocado brillante y usa aretes.
VERSO 10 — Sus pies de loto están colocados
sobre los verticilos de los corazones cual lotos de los grandes místicos. En Su
pecho se encuentra la joya Kaustubha, en la que hay tallado un hermoso ternero,
y hay otras joyas en Sus hombros. Todo Su torso está enguirnaldado con flores frescas.
VERSO 11 — Él está bien adornado con un trenzado
decorativo alrededor de la cintura, y con anillos en los dedos, tachonados con
joyas preciosas. Las ajorcas de Sus tobillos, Sus brazaletes, Su aceitoso
cabello, ondulado y de un tono azulado, y Su hermosa cara sonriente, es todo
muy placentero.
VERSO 12 — Los magnánimos pasatiempos del Señor
y la brillante mirada de Su cara sonriente es todo ello indicación de Sus
extensas bendiciones. Por lo tanto, uno debe concentrarse en esta forma
trascendental del Señor, mientras la mente pueda estar fija en Él por medio de
la meditación.
VERSO 13 — El proceso de la meditación debe
comenzar desde los pies de loto del Señor e ir progresando hasta Su cara
sonriente. La meditación debe concentrarse en los pies de loto, luego en las
pantorrillas, luego en los muslos, y así ir subiendo cada vez más. Cuando más
la mente queda fija en las diferentes partes de los miembros, uno tras otro,
más se purifica la inteligencia.
VERSO 14 — A menos que en el muy materialista se
desarrolle un sentido de prestarle un servicio amoroso al Señor Supremo, quien
es el vidente tanto del mundo trascendental como del material, aquél deberá
recordar la forma universal del Señor o meditar en ella, al terminar sus
deberes prescritos.
VERSO 15 — ¡Oh, Rey!, cuando quiera que el yogī
desee irse de este planeta de seres humanos, no debe desconcertarse en relación
con el lugar o tiempo idóneos para hacerlo, sino que debe sentarse cómodamente
sin que nada lo perturbe, y, regulando el aire vital, debe controlar los
sentidos por medio de la mente.
VERSO 16 — Después, el yogī debe fundir la mente
en la entidad viviente mediante su inteligencia pura, y luego fundir la entidad
viviente en la Superalma. Y al hacer eso, la entidad viviente plenamente
satisfecha se sitúa en la etapa suprema de la satisfacción, para así dejar de
hacer todas las demás actividades.
VERSO 17 — En ese trascendental estado de
labdhopaśānti no existe la supremacía del devastador tiempo, el cual controla
incluso a los semidioses celestiales que están apoderados para gobernar a las
criaturas humanas. (¡Y ni qué hablar de los propios semidioses!) Ni tampoco
existe en él la modalidad de la bondad material, ni la pasión, ni la
ignorancia, y ni siquiera el ego falso, ni el océano Causal material, ni la
naturaleza material.
VERSO 18 — Los trascendentalistas desean eludir
todo lo ateo, pues conocen esa situación suprema en la que todo está
relacionado con el Supremo Señor Viṣṇu. Luego un devoto puro que esté en
absoluta armonía con el Señor no crea perplejidades, sino que adora los pies de
loto del Señor a cada momento y se los pone en el corazón.
VERSO 19 — Mediante el conocimiento científico,
uno debe estar bien situado en el estado de la comprensión absoluta, y de ese
modo ser capaz de extinguir todos los deseos materiales. Uno debe abandonar
entonces el cuerpo material obstruyendo el orificio del aire [a través del cual
se evacua el excremento] con el talón del pie, y elevando el aire de la vida de
un lugar a otro, pasando por los seis lugares principales.
VERSO 20 — El devoto meditativo debe empujar
lentamente el aire vital desde el ombligo hasta el corazón, desde ahí hasta el
pecho, y desde ahí hasta la base del paladar. Él debe buscar con inteligencia
los lugares apropiados.
VERSO 21 — Después, el bhakti-yogī debe
empujar el aire hacia arriba y llevarlo entre las cejas, y luego, obstruyendo
las siete salidas del aire vital, debe mantener su objetivo de ir de vuelta al ahogar,
de vuelta a Dios. Si él se halla totalmente libre de todos los deseos de
disfrute material, debe llegar entonces hasta el agujero cerebral y abandonar
sus relaciones materiales habiéndose ido al Supremo.
VERSO 22 — Sin embargo, ¡oh, Rey!, si el yogī
mantiene un deseo de tener mejores disfrutes materiales, tales como el de
trasladarse al planeta más elevado de todos, Brahmaloka, o el de lograr las
ocho perfecciones, viajar por el espacio sideral con los Vaihāyasas o tener un
lugar en uno de los millones de planetas que existen, entonces tiene que
llevarse consigo la mente y los sentidos amoldados a lo material.
VERSO 23 — A los trascendentalistas les interesa
el cuerpo espiritual. Así pues, en virtud de su servicio devocional,
austeridades, poder místico y conocimiento trascendental, sus movimientos no
están restringidos ni dentro ni fuera de los mundos materiales. Los
trabajadores fruitivos, o la gente muy materialista, nunca pueden desplazarse
de una manera así de libre.
VERSO 24 — ¡Oh, Rey!, cuando ese místico pasa
por encima de la Vía Láctea a través del iluminador Suṣumṇā para llegar al más
elevado de los planetas, Brahmaloka, primero va a Vaiśvānara, el planeta de la
deidad del fuego, en el que se limpia por completo de todas las contaminaciones,
y después va aún más arriba, al círculo de Śiśumāra, a relacionarse con el
Señor Hari, la Personalidad de Dios.
VERSO 25 — Este Śiśumāra es el pivote alrededor
del cual gira todo el universo, y se lo llama el ombligo de Viṣṇu
(Garbhodakaśāyī Viṣṇu). Sólo el yogī va más allá de este círculo de Śiṣumāra y
alcanza el planeta [Maharloka] en el que santos purificados tales como Bhṛgu
disfrutan de una vida que dura 4.300.000.000 de años solares.
Ese planeta es digno de ser adorado incluso por los santos que están en el
plano trascendental.
VERSO 26 — A la hora de la devastación final de
todo el universo [al final del período de la vida de Brahmā], una llamarada de
fuego emana de la boca de Ananta [desde el fondo del universo]. El yogī ve que
todos los planetas del universo se incendian y van siendo reducidos a cenizas,
por lo cual parte para Satyaloka en aviones usados por las grandes almas
purificadas. Se calcula que en Satyaloka la duración de la vida es de 15.480.000.000.000 de años.
VERSO 27 — En ese planeta de Satyaloka no hay
aflicción, ni vejez, ni muerte. Ahí no hay dolor de ninguna especie, y, por lo
tanto, no hay ansiedades, salvo que a veces, debido a la conciencia, hay un
sentimiento de compasión por aquellos que ignoran el proceso del servicio devocional
y que están sometidos a insuperables desdichas en el mundo material.
VERSO 28 — Después de llegar a Satyaloka, el
devoto es específicamente apto para que el cuerpo sutil lo incorpore sin temor
en una identificación similar a la del cuerpo burdo, y gradualmente va
alcanzando, uno tras otro, estados de existencia que van de lo terreno a lo
acuoso, a lo ígneo, a lo resplandeciente y a lo aéreo, hasta llegar a la etapa
etérea.
VERSO 29 — El devoto supera así los objetos
sutiles de los diferentes sentidos, tales como el aroma, mediante el acto de
oler: el paladar, mediante el acto de saborear; la visión, mediante el acto de
ver formas; el tacto, mediante el contacto; las vibraciones del oído, mediante
la identificación etérea; y los órganos de los sentidos, mediante las
actividades materiales.
VERSO 30 — El devoto, superando así las formas
burdas y sutiles de las coberturas, entra en el plano del egoísmo. Y en ese
estado, funde las modalidades materiales de la naturaleza [la ignorancia y la
pasión] en este punto de neutralización, y de ese modo llega al egoísmo del
plano de la bondad. Después de eso, todo el egoísmo se funde en el
mahat-tattva, y el devoto llega al punto de la autorrealización pura.
VERSO 31 — Sólo el alma purificada puede lograr
la perfección de asociarse con la Personalidad de Dios en su estado
constitucional, con plena dicha y satisfacción. Todo aquel que sea capaz de
renovar esa perfección devocional, nunca se verá atraído de nuevo por este
mundo material, y nunca regresará a él.
VERSO 32 — Su Majestad Mahārāja Parīkṣit, sabed
que todo lo que os he descrito en respuesta a vuestra idónea pregunta está muy
de acuerdo con la versión de los Vedas, y es una pregunta eterna. El Señor
Kṛṣṇa le describió esto personalmente a Brahmā, con quien el Señor se sintió
satisfecho al ser debidamente adorado.
VERSO 33 — Para aquellos que están errando por
el universo material, no existe ningún medio más auspicioso para liberarse, que
lo que se persigue con el servicio devocional directo del Señor Kṛṣṇa.
VERSO 34 — Brahmā, la gran personalidad, estudió
los Vedas tres veces con gran atención y concentración de la mente, y después
de examinarlos escudriñadoramente, concluyó que el sentir atracción por la
Suprema Personalidad de Dios Śrī Kṛṣṇa es la máxima perfección de la religión.
VERSO 35 — La Personalidad de Dios, el Señor
Kṛṣṇa, se encuentra en cada ser viviente junto con el alma individual. Y este
hecho se percibe y se admite como hipótesis en nuestros actos de ver y de
recibir ayuda de la inteligencia.
VERSO 36 — Por lo tanto, ¡oh, Rey!, es esencial
que todo ser humano oiga hablar del Señor Supremo, la Personalidad de Dios, y
lo glorifique y lo recuerde, siempre y en todas partes.
VERSO 37 — Aquellos que beben a través de la
audición y que están totalmente llenos del nectáreo mensaje del Señor Kṛṣṇa, el
bienamado de los devotos, purifican la meta corrupta de la vida conocida como
el disfrute material, y de ese modo van de vuelta a Dios, a los pies de loto de
Él [la Personalidad de Dios].
Capítulo 3 : EL SERVICIO
DEVOCIONAL PURO : LA TRANSFORMACIÓN DEL CORAZÓN.
VERSO 1 — Śrī Śukadeva Gosvāmī dijo: Mahārāja
Parīkṣit, conforme me has preguntado acerca del deber del hombre inteligente
que se halla en el umbral de la muerte, así te he respondido.
VERSOS 2-7 —
Aquel que desee absorberse en la refulgencia brahmajyoti impersonal, debe
adorar al amo de los Vedas [el Señor Brahmā o Bṛhaspati, el erudito sacerdote];
aquel que desee tener una vida sexual poderosa, debe adorar al rey del cielo,
Indra; y aquel que desee tener una buena descendencia, debe adorar a los
grandes progenitores conocidos como los Prajāpatis. Aquel que desee tener buena
fortuna, debe adorar a Durgādevī, la superintendente del mundo material. Aquel
que desee ser muy poderoso, debe adorara al fuego; y aquel que ambicione
únicamente tener dinero, debe adorar a los Vasus. Si uno desea ser un gran héroe,
debe adorar las encarnaciones Rudra del Señor Śiva. Aquel que desee tener una
gran provisión de granos, debe adorar a Aditi. Aquel que desee llegar a los
planetas celestiales, debe adorar a los hijos de Aditi. Aquel que desee tener
un reino en el mundo, debe adorar a Viśvadeva, y aquel que quiera ser popular
entre la gente del pueblo, debe adorar al semidiós Sādhya. Aquel que desee
tener una vida larga, debe adorar a los semidioses conocidos como los
Aśvinī-kumāras, y una persona que desee tener un cuerpo de constitución fuerte,
debe adorar a la Tierra. Aquel que desee tener estabilidad en su cargo, debe
adorar al horizonte y la tierra en su conjunto. Aquel que desee ser hermoso,
debe adorar a los hermosos residentes del planeta Gandharva; y aquel que desee
tener una buena esposa, debe adorar a las Apsarās y a las frívolas muchachas
Urvaśī del reino celestial. Aquel que desee tener el dominio de otros, debe
adorar al Señor Brahmā, el líder del universo. Aquel que desee tener una fama
tangible, debe adorar a la Personalidad de Dios; y aquel que desee tener un
buen saldo bancario, debe adorar al semidiós Varuṇa. Si uno desea ser un hombre
sumamente erudito, debe adorar al Señor Śiva, y si desea tener una buena
relación matrimonial, debe adorar a la casta diosa Umā, la esposa del Señor
Śiva.
VERSO 8 — Para el adelanto espiritual en el
campo del conocimiento, se debe adorar al Señor Viṣṇu o a Su devoto, y para
proteger la herencia y el progreso de una dinastía, se deben adorar a los
diversos semidioses.
VERSO 9 — Aquel que desee tener el dominio de
un reino o un imperio, debe adorar a los Manus. Aquel que desee vencer a un
enemigo debe adorar a los demonios, y aquel que desee complacer los sentidos
debe adorar a la Luna. Pero aquel que no desee nada de disfrute material, debe
adorar a la Suprema Personalidad de Dios.
VERSO 10 — Una persona que tenga una
inteligencia más amplia, ya sea que esté llena de todos los deseos materiales,
o que no tenga ningún deseo material, o que desee la liberación, debe adorar por
todos los medios al todo supremo, la Personalidad de Dios.
VERSO 11 — Todas las diferentes clases de
adoradores de los múltiples semidioses pueden obtener la bendición más perfecta
de todas - que consiste en sentir una atracción resueltamente fija y espontánea
por la Suprema Personalidad de Dios - , sólo si se relacionan con el devoto
puro del Señor.
VERSO 12 — El conocimiento trascendental que
está relacionado con el Supremo Señor Hari, es conocimiento que da como
resultado la completa suspensión de las olas y remolinos de las modalidades
materiales. Ese conocimiento satisface al yo, debido a que está libre del apego
material, y como es trascendental, lo aprueban las autoridades. ¿Quién no
habría de sentirse atraído?
VERSO 13 — Śaunaka dijo: El hijo de Vyāsadeva,
Śrīla Śukadeva Gosvāmī, era un sabio sumamente erudito y capaz de describir las
cosas de una manera poética. ¿Qué más le preguntó Mahārāja Parīkṣit, después de
oír todo lo que dijo?
VERSO 14 — ¡Oh, erudito Sūta Gosvāmī! Por favor,
sigue explicándonos esos temas, porque todos estamos ansiosos de oír. Además,
los temas que dan como resultado que se discuta acerca del Señor Hari, sin duda
que deben discutirse en la asamblea de devotos.
VERSO 15 — Mahārāja Parīkṣit, el nieto de los
Pāṇḍavas, era desde su misma infancia un gran devoto del Señor. Incluso
mientras jugaba con muñecos, solía adorar al Señor Kṛṣṇa imitando la adoración
de la Deidad de la familia.
VERSO 16 — Śukadeva Gosvāmī, el hijo de
Vyāsadeva, también estaba lleno de conocimiento trascendental, y era un gran
devoto del Señor Kṛṣṇa, el hijo de Vasudeva. Así que debe de haber habido una
discusión acerca del Señor Kṛṣṇa, a quien los grandes filósofos glorifican en
compañía de grandes devotos.
VERSO 17 — El Sol, tanto al salir como al ponerse,
disminuye la duración de la vida de todo el mundo, excepto de aquel que utiliza
el tiempo en discutir los temas relacionados con la Personalidad de Dios, el
supremamente bueno.
VERSO 18 — ¿Acaso los árboles no viven? ¿Acaso
los fuelles del herrero no respiran? ¿Acaso las bestias que tenemos a todo
nuestro alrededor no comen y arrojan semen?
VERSO 19 — Los hombres que son como perros, los
cerdos, los camellos y lo asnos, alaban a aquellos hombres que nunca escuchan
las narraciones de los pasatiempos trascendentales del Señor Śrī Kṛṣṇa, el que
libra de todo mal.
VERSO 20 — Aquel que no ha escuchado los
mensajes acerca del heroísmo y los maravillosos actos de la Personalidad de
Dios, y que no ha cantado ni recitado las meritorias canciones acerca del Señor,
se considera que tiene oídos como los orificios de las serpientes, y una lengua
como la de una rana.
VERSO 21 — La porción superior del cuerpo,
aunque esté coronada con un turbante de seda, sólo es una pesada carga, si no
se postra ante la Personalidad de Dios, quien puede otorgar mukti [la
libertad]. Y las manos, aunque estén adornadas con brillantes brazaletes, son
como las de un muerto, si no se ocupan en el servicio de la Personalidad de
Dios Hari.
VERSO 22 — Los ojos que no miran las representaciones
simbólicas de la Personalidad de Dios Viṣṇu [Sus formas, Su nombre, Su calidad,
etc.] son como los que están estampados en las plumas del pavo real, y las
piernas que no se desplazan hacia los lugares sagrados [donde se recuerda al
Señor] se considera que son como los troncos de los árboles.
VERSO 23 — La persona que en ningún momento ha
recibido sobre la cabeza el polvo de los pies del devoto puro del Señor, es sin
duda un cuerpo muerto. Y la persona que nunca ha sentido el aroma de las hojas
de tulasī de los pies de loto del Señor, también es un cuerpo muerto, aunque
respire.
VERSO 24 — Sin duda que está hecho de acero el
corazón que, a pesar de que uno cante el santo nombre del Señor con
concentración, no se transforma cuando el éxtasis aparece, las lágrimas inundan
los ojos y el vello se eriza.
VERSO 25 — ¡Oh Sūta Gosvāmī!, tus palabras le
resultan muy placenteras a nuestra mente. En consecuencia, por favor explícanos
esto tal como lo habló el gran devoto Śukadeva Gosvāmī, quien es my experto en
el conocimiento trascendental, y quien le habló a Mahārāja Parīkṣit al
pedírsele que lo hiciera.
Capítulo 4 : EL PROCESO
DE LA CREACIÓN.
VERSO 1 — Sūta Gosvāmī dijo: Mahārāja Parīkṣit,
el hijo de Uttarā, después de oír los discursos de Śukadeva Gosvāmī, que
estaban todos relacionados con la verdad acerca del ser, aplicó su
concentración fielmente sobre el Señor Kṛṣṇa.
VERSO 2 — Mahārāja Parīkṣit, como resultado de
su sincera atracción por el Señor Kṛṣṇa, fue capaz de renunciar a todo el
afecto profundamente arraigado que sentía por su propio cuerpo, por su esposa,
por sus hijos, por su palacio, por sus animales - animales tales como caballos
y elefantes - , por su tesorería, por sus amigos y parientes, y por su reino
indisputable.
VERSOS 3-4 —
¡Oh, grandes sabios!, la gran alma Mahārāja Parīkṣit, constantemente absorto en
pensamientos acerca del Señor Kṛṣṇa y sabiendo bien de su muerte inminente,
renunció a toda clase de actividades fruitivas, es decir, a los actos de la
religión, el desarrollo económico y la complacencia de los sentidos, y des ese
modo se estableció firmemente en el plano de su amor natural por Kṛṣṇa e hizo
todas estas preguntas, tal como ustedes me las están haciendo a mí.
VERSO 5 — Mahārāja Parīkṣit dijo: ¡Oh, erudito
brāhmaṇa!, tú lo sabes todo, porque te encuentras sin contaminación material.
Por lo tanto, todo lo que me has hablado parece estar muy en lo correcto. Tus
discursos están destruyendo gradualmente la oscuridad de mi ignorancia, ya que
estás narrando los temas acerca del Señor.
VERSO 6 — Te pido que me des a conocer cómo la
Personalidad de Dios, mediante Sus energías personales, crea estos universos
fenoménicos tal como son, los cuales les resultan inconcebibles incluso a los
grandes semidioses.
VERSO 7 — Ten la bondad de describir cómo el
Señor Supremo, quien es todopoderoso, ocupa a Sus diferentes energías y
diferentes expansiones en mantener y de nuevo acabar con el mundo fenoménico,
con el espíritu deportivo de un jugador.
VERSO 8 — ¡Oh, erudito brāhmaṇa!, todas las
actividades trascendentales del Señor son maravillosas, y parecen
inconcebibles, porque hasta los grandes esfuerzos que han hecho muchos eruditos
entendidos, aún han demostrado ser insuficientes para entenderlas.
VERSO 9 — La Suprema Personalidad de Dios es
uno, ya sea que Él actúe a solas con las modalidades de la naturaleza material,
o que se expanda simultáneamente en muchas formas, o que se expanda
consecutivamente para dirigir las modalidades de la naturaleza.
VERSO 10 — Ten la bondad de aclarar todas estas
preguntas producto de la duda, pues tú no sólo eres sumamente entendido en las
Escrituras védicas y autorrealizado en la trascendencia, sino que también eres
un gran devoto del Señor, y, por lo tanto, eres prácticamente igual que la
Personalidad de Dios.
VERSO 11 — Sūta Gosvāmī dijo: Cuando de ese modo
el Rey le solicitó a Śukadeva Gosvāmī que describiera la energía creativa de la
Personalidad de Dios, él recordó entonces sistemáticamente al amo de los
sentidos [Śrī Kṛṣṇa], y, para responder debidamente, habló de la siguiente
manera.
VERSO 12 — Śukadeva Gosvāmī dijo: Permítaseme
ofrecerle mis respetuosas reverencias a la Suprema Personalidad de Dios, quien,
para la creación del mundo material, adopta las tres modalidades de la
naturaleza. Él es el todo completo que reside dentro del cuerpo de todos, y Sus
caminos son inconcebibles.
VERSO 13 — Le ofrezco de nuevo mis respetuosas
reverencias a la forma completa de la existencia y la trascendencia, quien
libera de todas las aflicciones a los devotos piadosos, y quien es el destructor
de los subsiguientes adelantos que pudiera haber en el temperamento ateo de los
demonios no devotos. A los trascendentalistas que están situados en el plano de
la máxima perfección espiritual, Él les otorga sus destinos específicos.
VERSO 14 — Permítaseme ofrecerle mis respetuosas
reverencias a Aquel que es el asociado de los miembros de la dinastía Yadu y
que siempre es un problema para los no devotos. Él es el disfrutador supremo
tanto del mundo material como del mundo espiritual, y sin embargo disfruta de
Su propia morada en el cielo espiritual. No hay nadie que sea igual a Él,
porque Su opulencia trascendental es inconmensurable.
VERSO 15 — Permítaseme ofrecerle mis respetuosas
reverencias al supremamente auspicioso Señor Śrī Kṛṣṇa, pues glorificarlo,
recordarlo, tener una audiencia con Él, orarle, oír hablar de Él y adorarlo
pueden limpiar en el acto los efectos de todos los pecados del ejecutor.
VERSO 16 — Permítaseme ofrecerle mis respetuosas
reverencias una y otra vez al supremamente auspicioso Señor Śrī Kṛṣṇa. Por el
simple hecho de entregarse a Sus pies de loto, la gente sumamente intelectual
se libera de todos los apegos a la existencia presente y futura, y progresa
hacia la existencia espiritual sin dificultad.
VERSO 17 — Permítaseme ofrecerle mis respetuosas
reverencias una y otra vez al supremamente auspicioso Señor Śrī Kṛṣṇa una y
otra vez, porque los grandes sabios eruditos, los grandes ejecutores de
caridades, los grandes trabajadores distinguidos, los grandes filósofos y
místicos, los grandes cantores de los himnos védicos y los grandes seguidores
de los principios védicos no pueden conseguir ningún resultado provechoso, si
no dedican esas grandes cualidades al servicio del Señor.
VERSO 18 — Las razas Kirāta, Hūṇa, Āndhra,
Pulinda, Pulkaśa, Ābhīra, Śumbha, Yavana, los miembros de las razas Khasa e
incluso otros adictos a actos pecaminosos, pueden purificarse si se refugian en
los devotos del Señor, debido a que Él es el poder supremo. A Él le ofrezco mis
respetuosas reverencias.
VERSO 19 — Él es la Superalma y el Señor Supremo
de todas las almas autorrealizadas. Él es la personificación de los Vedas, de
las Escrituras religiosas y de las austeridades. Él es adorado por el Señor
Brahmā y por Śiva, y por todos aquellos que han trascendido todas las
pretensiones. Siendo así reverenciado con respeto y veneración, que ese
Absoluto Supremo se complazca conmigo.
VERSO 20 — Que el Señor Śrī Kṛṣṇa, quien es el
venerable Señor de todos los devotos, el protector y la gloria de todos los
reyes de la dinastía Yadu - tales como Andhaka y Vṛṣṇi - , el esposo de todas
las diosas de la fortuna, el director de todos los sacrificios y, por ende, el
líder de todas las entidades vivientes, el controlador de toda inteligencia, el
propietario de todos los planetas, espirituales y materiales, y la encarnación
suprema que hay en la Tierra (el supremo en absolutamente todo), que Él sea
misericordioso conmigo.
VERSO 21 — La Personalidad de Dios Śrī Kṛṣṇa es
quien da la liberación. Por el hecho de pensar en Sus pies de loto a cada
segundo, siguiendo los pasos de las autoridades, el devoto en estado de trance
puede ver a la Verdad Absoluta. Sin embargo, los eruditos especuladores
mentales piensan en Él como se les antoja. Que el Señor se complazca conmigo.
VERSO 22 — Que el Señor, quien al principio de
la creación amplificó desde dentro del corazón de Brahmā el conocimiento
potente que hay en él, y lo inspiró dándole pleno conocimiento acerca de la
creación y de Su propio Ser, y quien pareció haberse generado de la boca de
Brahmā, que Él se complazca conmigo.
VERSO 23 — Que la Personalidad de Dios, quien
por el hecho de acostarse en el universo anima los cuerpos de los elementos
creados materialmente, y quien en Su encarnación puruṣa hace que el ser
viviente se someta a las dieciséis divisiones de las modalidades materiales que
lo generan, que Él tenga la bondad de adornar mis declaraciones.
VERSO 24 — Le ofrezco mis respetuosas
reverencias a Śrīla Vyāsadeva, la encarnación de Vāsudeva que compiló las
Escrituras védicas. Los devotos puros beben el nectáreo conocimiento
trascendental que cae de la boca del Señor, la cual es como un loto.
VERSO 25 — Mi querido Rey, Brahmā, el
primogénito, al ser interrogado por Nārada, le informó de esta materia de un
modo exacto, tal como se lo había hablado directamente el Señor a Su propio
hijo, el cual estaba imbuido de conocimiento védico desde su mismo nacimiento.
Capítulo 5 : LA CAUSA DE
TODAS LAS CAUSAS.
VERSO 1 — Śrī Nārada Muni le dijo a Brahmājī:
¡Oh, tú, el principal entre los semidioses!, ¡oh, entidad viviente
primogénita!, permíteme ofrecerte mis respetuosas reverencias. Por favor,
háblame de ese conocimiento trascendental que específicamente lo dirige a uno
hacia la verdad del alma individual y la Superalma.
VERSO 2 — Mi querido padre, por favor describe
concretamente las características de este mundo manifiesto. ¿Cuál es su
trasfondo?, ¿cómo se crea?, ¿cómo se conserva?, y ¿bajo el control de quién se
lleva a cabo todo ello?
VERSO 3 — Mi querido padre, tú conoces todo eso
científicamente, pues tú abarcas todo lo que se creó en el pasado, todo lo que
se creará en el futuro, y todo lo que se está creando en el presente, así como
todo lo que se encuentra en el universo, tal como se fuera una nuez que se
encontrara en tú puño.
VERSO 4 — Mi querido padre, ¿cuál es la fuente
de tu conocimiento?, ¿bajo la protección de quién te encuentras?, y ¿para quién
trabajas¿ ¿Cuál es tu verdadera posición?, ¿acaso tú solo creas con los
elementos materiales y mediante tu energía personal, a todas las entidades?
VERSO 5 — Así como la araña crea muy fácilmente
la red de su telaraña, y manifiesta su poder de crear sin ser vencida por nadie
más, así también tú mismo, empleando tu energía autosuficiente, creas sin la
ayuda de nadie más.
VERSO 6 — Todo lo que entendemos mediante la
nomenclatura, las características y los aspectos de una cosa en particular -
superior, inferior o igual, eterna o temporal - no es creada de ninguna otra
fuente que no sea la de Su Señoría, ¡oh, tú, el muy grandioso!
VERSO 7 — Sin embargo, nos sentimos movidos a
pensar en la existencia de alguien más poderoso que tú, cuando consideramos tus
grandes austeridades ejecutadas con perfecta disciplina, si bien tu buena
persona es muy poderosa en lo referente a la creación.
VERSO 8 — Mi querido padre, tú sabes todo, y tú
eres el controlador de todos. Por lo tanto, que por favor se me instruya todo
lo que te he preguntado, de manera que yo sea capaz de entenderlo como tu
discípulo.
VERSO 9 — EÌ Señor Brahmā dijo: Mi querido hijo
Nārada, siendo misericordioso con todos (incluso conmigo), has hecho todas esas
preguntas debido a que yo fui inspirado para conocer el poder de la
Todopoderosa Personalidad de Dios.
VERSO 10 — Todo lo que has hablado sobre mí no
es falso, pues uno habrá de engañarse con toda seguridad al observar mis
poderosas actividades, a menos que - y hasta que - esté consciente de la
Personalidad de Dios, quien es la verdad última que se encuentra más allá de
mí.
VERSO 11 — Yo creo después de que el Señor
manifiesta Su creación mediante Su refulgencia personal [conocida como el
brahmajyoti], tal como la Luna, el firmamento, los planetas influyentes y las
estrellas titilantes manifiestan también su brillo, cuando el Sol manifiesta su
fuego.
VERSO 12 — Yo le ofrezco mis reverencias al
Señor Kṛṣṇa[Vāsudeva], la Personalidad de Dios, y medito en Él, cuya potencia
invencible los influencia a ellos [la clase de hombres poco inteligentes] para
que me llamen el controlador supremo.
VERSO 13 — La energía ilusoria del Señor no
puede tomar la prioridad, sintiéndose avergonzada de su posición; pero aquellos
que se encuentran confundidos por ella, hablan siempre tonterías, estando
absortos, pensando en “soy yo” y “es mío”.
VERSO 14 — Los cinco ingredientes elementales de
la creación, la interacción que de ahí se sigue, organizada por el tiempo
eterno, y la intuición o naturaleza de los seres vivientes individuales, son
todos partes integrales diferenciadas de la Personalidad de Dios, Vāsudeva, y
en verdad, ellos no tienen ningún otro valor.
VERSO 15 — Las Escrituras védicas las hace el
Señor Supremo y apuntan a Él, los semidioses también tienen la función de
servir al Señor como partes de Su cuerpo, los diferentes planetas también existen
por el bien del Señor, y los diferentes sacrificios se realizan tan sólo para
complacerlo a Él.
VERSO 16 — Todos los diferentes tipos de
meditación o misticismo son medios para comprender plenamente a Nārāyaṇa. Todas
las austeridades tienen como objetivo alcanzar a Nārāyaṇa. El cultivo de
conocimiento trascendental tiene como objeto poder darle un vistazo a Nārāyaṇa
y, en fin de cuentas, la salvación consiste en entrar en el reino de Nāryaṇa.
VERSO 17 — Inspirado tan sólo por Él, yo
descubro lo que ya está creado por Él [Nārāyaṇa] bajo Su vista como la
omnipresente Superalma, y yo también soy creado tan sólo por Él.
VERSO 18 — El Señor Supremo es una forma pura y
espiritual, trascendental a todas las cualidades materiales; sin embargo, con
objeto de crear el mundo material, y para su manutención y aniquilación, Él
adopta a través de Su energía externa las modalidades materiales de la
naturaleza, denominadas bondad, pasión e ignorancia.
VERSO 19 — Esas tres modalidades de la
naturaleza material, que se manifiestan adicionalmente como materia,
conocimiento y actividades, ponen a la entidad viviente, que es eternamente
trascendental, bajo condiciones de causa y efecto, y la hacen responsable de
esas actividades.
VERSO 20 — ¡Oh, brāhmaṇa Nārada!, el Supremo
Observador, el Señor trascendental, se encuentra más allá de la percepción de
los sentidos materiales de las entidades vivientes, debido a las tres
modalidades de la naturaleza anteriormente mencionadas. Pero Él es el controlador
de todos, incluso de mí.
VERSO 21 — El Señor, quien es el controlador de
todas las energías, crea así pues, mediante Su propia potencia, el tiempo
eterno, el destino de todas las entidades vivientes y la naturaleza particular
para la cual han sido creadas, y Él de nuevo las fusiona independientemente.
VERSO 22 — Después de la encarnación del primer
puruṣa [Kāraṇārṇavaśāyī Viṣṇu], aparece el mahat-tattva, o los principios de la
creación material, y luego se manifiesta el tiempo, y en el transcurso del
tiempo aparecen las tres cualidades. Naturaleza significa las tres apariciones
cualitativas. Ellas se transforman en actividades.
VERSO 23 — El mahat-tattva causa las actividades
materiales al ser agitado. Al principio hay una transformación de las
modalidades de la bondad y la pasión, y luego - debido a la modalidad de la
ignorancia - la materia, su conocimiento y las diferentes actividades del
conocimiento material empiezan a actuar.
VERSO 24 — El ego materialista egocéntrico,
siendo así transformado en tres aspectos, se vuelve conocido como las
modalidades de la bondad, la pasión y la ignorancia en tres divisiones, a
saber, los poderes que producen materia, el conocimiento de las creaciones
materiales y la inteligencia que guía esas actividades materialistas. Nārada,
tú eres lo bastante competente como para comprender esto.
VERSO 25 — De la oscuridad del ego falso se
genera el primero de los cinco elementos, es decir, el cielo. Su forma sutil es
la cualidad del sonido, tal como el observador se encuentra en relación con lo
observado.
VERSOS 26-29 —
Debido a que el cielo se transforma, el aire se genera con la cualidad del
tacto y, por una sucesión anterior, el aire también queda lleno de sonido y de
los principios básicos de la duración de la vida: la percepción de los
sentidos, el poder mental y la fuerza corporal. Cuando el aire se transforma
con el transcurso del tiempo y con las acciones de la naturaleza, se genera el
fuego, y este adquiere forma con el sentido del tacto y con el sonido. Como el
fuego también se transforma, hay una manifestación de agua, llena de jugo y
sabor. Al igual que antes, también tiene forma y tacto, y también está llena de
sonido. Y el agua siendo la transformación de toda la variedad de cosas que se
encuentran en la Tierra, aparece olorosa y, al igual que antes, se llena de
jugo, tacto, sonido y forma, respectivamente, en sentido cualitativo.
VERSO 30 — De la modalidad de la bondad se
genera y se manifiesta la mente, así como también los diez semidioses que
controlan los movimientos corporales. Esos semidioses son: el controlador de
las direcciones, el controlador del aire, el dios del Sol, el padre de Dakṣa
Prajāpati, los Aśvinī-kumāras, el dios del fuego, el Rey del cielo, la
venerable deidad del cielo, el principal de los Ādityas, y Brahmājī, el
Prajāpati. Todos empiezan a existir.
VERSO 31 — Mediante la transformación adicional
de la modalidad de la pasión, los órganos de los sentidos, como el oído, la
piel, la nariz, los ojos, la lengua, la boca, las manos, el órgano genital, las
piernas y el orificio para evacuar, juntamente con la inteligencia y la energía
viviente, se generan.
VERSO 32 — ¡Oh, Nārada, mejor de los
trascendentalistas!, las formas del cuerpo no pueden aparecer mientras esas
partes creadas, es decir, los elementos, los sentidos, la mente y las
modalidades de la naturaleza, no sean ensamblados.
VERSO 33 — Así pues, cuando todos ellos fueron
ensamblados por la fuerza de la energía de la Suprema Personalidad de Dios,
este universo ciertamente que empezó a existir al recibir tanto la causa
primaria como la secundaria de la creación.
VERSO 34 — Así pues, todos los universos
permanecieron por miles de años en el agua [el océano Causal], y el Señor de
los seres vivientes, entrando en cada uno de ellos, hizo que se animaran por
completo.
VERSO 35 — El Señor [Mahā-Viṣṇu], si bien yacía
en el océano Causal, salió de él, y dividiéndose en la forma de Hiraṇyagarbha,
entró en cada universo y adoptó la forma de virāṭ-rūpa, con miles de piernas,
brazos, bocas, cabezas, etc.
VERSO 36 — Grandes filósofos imaginan que todos
los sistemas planetarios que se encuentran en el universo, son despliegues de
las diferentes extremidades superiores e inferiores del cuerpo universal del
Señor.
VERSO 37 — Los brāhmaṇas representan Su boca,
los kṣatryas Sus brazos, los vaiśyas Sus muslos, y los śūdras nacen de Sus
piernas.
VERSO 38 — Los sistemas planetarios inferiores,
ascendiendo hasta el nivel del estrato terrestre, se dice que están situados en
Sus piernas. Los sistemas planetarios medios, comenzando desde Bhuvarloka,
están situados en Su ombligo. Y los sistemas planetarios aún más elevados,
ocupados por los semidioses y los sabios y santos extremadamente cultos, se
encuentran en el pecho del Señor Supremo.
VERSO 39 — Desde la parte delantera del pecho
hasta el cuello de la forma universal del Señor, se encuentran los sistemas
planetarios denominados Janaloka y Tapoloka, mientras que Satyaloka, el sistema
planetario más elevado, se encuentra en la cabeza de la forma. Sin embargo, los
planetas espirituales son eternos.
VERSOS 40-41 —
Mi querido hijo Nārada, he de decirte que del total de catorce sistemas
planetarios, existen siete sistemas planetarios inferiores. El primer sistema
planetario, conocido como Atala, se encuentra en la cintura; el segundo,
Vitala, se encuentra en los muslos; el tercero, Sutala, en las rodillas; el
cuarto, Talātala, en la espinilla; el quinto, Mahātala, en los tobillos; el
sexto, Rasātala, en la porción superior de los pies; y el séptimo, Pātāla, en
las plantas de los pies. Así pues, la forma virāṭ del Señor está llena de todos
los sistemas planetarios.
VERSO 42 — Otras personas dividen todo el
sistema planetario en tres partes, es decir, los sistemas planetarios
inferiores, que se encuentran en las piernas [ascendiendo hasta la Tierra], los
sistemas planetarios medios, que se encuentran en el ombligo, y los sistemas
planetarios superiores [Svarloka], que van desde el pecho hasta la cabeza de la
Suprema Personalidad.
Capítulo 6 : PURUSA-SUKTA
CORROBORADO.
VERSO 1 — El Señor Brahmā dijo: La boca del
virāṭ-puruṣa [la forma universal del Señor] es el centro generador de la voz y
la deidad regente es Fuego. Su piel y otras seis capas son los centros
generadores de los himnos védicos, y Su lengua es el centro productor de
diferentes alimentos y comidas exquisitas que se les ofrece a los semidioses, a
los antepasados y a la generalidad de la gente.
VERSO 2 — Sus dos fosas nasales son los centros
generadores de nuestra respiración y de todos los otros aires; Sus capacidades
olfativas generan a los semidioses Aśvinī-kumāra y toda clase de hierbas
medicinales, y Sus energías respiratorias producen diferentes clases de
fragancias.
VERSO 3 — Sus ojos son los centros generadores
de toda clase de formas, y ellos brillan e iluminan. Sus globos oculares son
como el Sol y los planetas celestiales. Sus oídos oyen los sonidos procedentes
de todos los lados y son receptáculos de todos los Vedas, y Su sentido de la
audición es el centro generador del cielo y de toda clase de sonidos.
VERSO 4 — La superficie de Su cuerpo es el
criadero de los principios activos de todo y de toda clase de oportunidades
auspiciosas. Su piel, como el aire móvil, es el centro generador de toda clase
de sensaciones del tacto y es el lugar para realizar toda clase de sacrificios.
VERSO 5 — El vello de Su cuerpo es la causa de
toda vegetación, en particular de aquellos árboles que se requieren como
ingredientes de un sacrificio. Su cabello y el vello de Su cara son depósitos
de las nubes, y Sus uñas constituyen el criadero de electricidad, piedras y
menas de hierro.
VERSO 6 — Los brazos del Señor son los campos
que producen a los grandes semidioses y a otros líderes de las entidades
vivientes que protegen a las masas.
VERSO 7 — Así pues, los pasos que el Señor da
hacia adelante son el refugio de los planetas superiores, de los planetas
inferiores y de los planetas celestiales, así como de todo lo que necesitamos.
Sus pies de loto sirven de protección de toda clase de temores.
VERSO 8 — Del órgano genital del Señor se
originan el agua, el semen, los órganos generativos, las lluvias y los
procreadores. Su órgano genital es la causa de un placer que contrarresta la
aflicción que el engendrar causa.
VERSO 9 — ¡Oh, Nārada!, el orificio de
evacuación de la forma universal del Señor, es la morada de la deidad que rige
la muerte, Mitra, y ese orificio de evacuación y el recto del Señor constituye
el lugar donde se encuentran la envidia, el infortunio, la muerte, el infierno,
etc.
VERSO 10 — La espalda del Señor es el lugar de
todas las clases de frustración e ignorancia, así como de la inmoralidad. De
Sus venas fluyen los grandes ríos y riachuelos, y sobre Sus huesos se amontonan
las grandes montañas.
VERSO 11 — El aspecto impersonal del Señor es la
morada de grandes océanos, y Su vientre es el lugar de reposo de las entidades
vivientes aniquiladas en el mundo material. Su corazón es la morada de los
cuerpos materiales sutiles de los seres vivientes. Ello es así conocido por la
clase de hombres inteligentes.
VERSO 12 — Además, la conciencia de esa gran
personalidad es la morada de los principios religiosos - de los míos, de los
tuyos y de los cuatro solteros Sanaka, Sanātana, Sanat-kumara y Sanandana - .
Esa conciencia es también la morada de la verdad y del conocimiento
trascendental.
VERSOS 13-16 —
Comenzando conmigo [Brahmā] y descendiendo hasta ti y Bhava [Śiva], todos los
grandes sabios que nacieron antes que tú, los semidioses, los demonios, los
Nāgas, los seres humanos, los pájaros, las bestias, así como los reptiles,
etc., y todas las manifestaciones fenomenales de los universos, es decir, los
planetas, las estrellas, los asteroides, los luminares, el relámpago, el trueno
y los habitantes de los diferentes sistemas planetarios, a saber, los
Gandharvas, las Apsarās, los Yakṣas, los Rākṣasas, los Bhūta-gaṇas, los Uragas,
los Paśus, los Pitās, los Siddhas, los Vidyādharas, los Cāraṇas, y todas las
demás variedades de entidades vivientes, incluso los pájaros, las bestias, los
árboles y todo lo que existe, estamos todos cubiertos por la forma universal
del Señor en todo momento, es decir, en el pasado, en el presente y en el
futuro, si bien Él es trascendental a todos nosotros, y existe eternamente en
una forma que no excede la medida de veintitrés centímetros.
VERSO 17 — El Sol ilumina, tanto interna como
externamente, mediante la expansión de su radiación; en forma similar, la
Suprema Personalidad de Dios, mediante la expansión de Su forma universal,
mantiene todo en la creación, tanto interna como externamente.
VERSO 18 — La Suprema Personalidad de Dios es
quien controla la inmortalidad y la ausencia de temor, y Él es trascendental a
la muerte y a las acciones fruitivas del mundo material. ¡Oh, Nārada!, ¡oh, brāhmaṇa!,
es difícil, por lo tanto, medir las glorias de la Persona Suprema.
VERSO 19 — La Suprema Personalidad de Dios ha de
conocerse como el depósito supremo de toda opulencia material, debido a la
cuarta parte de Su energía, en la cual existe todas las entidades vivientes. La
inmortalidad y la ausencia de temor y del padecimiento de las ansiedades
provenientes de la vejez y las enfermedades, existen en el Reino de Dios, el
cual se encuentra más allá de los tres sistemas planetarios superiores y más
allá de las coberturas materiales.
VERSO 20 — El mundo espiritual, el cual consiste
en las tres cuartas partes de la energía del Señor, se encuentra más allá de
este mundo material, y es especialmente para aquellos que nunca habrán de
renacer. Otras personas, que están apegadas a la vida familiar y que no siguen
estrictos votos de celibato, han de vivir en los tres mundos materiales.
VERSO 21 — Así pues, mediante Su energías y de
un modo global, la omnipresente Personalidad de Dios es el amo en las
actividades de control y en el servicio devocional. Él es el amo último tanto
de la nesciencia como del conocimiento verdadero de todas las situaciones.
VERSO 22 — De esa Personalidad de Dios se
generan todos los globos del universo, y la forma universal con todos los
elementos, cualidades y sentidos materiales. Sin embargo, Él se encuentra
apartado de esas manifestaciones materiales, tal como el Sol que se encuentra
separado de sus rayos y calor.
VERSO 23 — Cuando yo nací de la flor de loto
abdominal del Señor [Mahā-Viṣṇu], la grandiosa persona, yo no tenía ningún otro
ingrediente para ejecuciones de sacrificios, a excepción de las extremidades
corporales de la gran Personalidad de Dios.
VERSO 24 — Para realizar ceremonias de
sacrificio, uno necesita ingredientes de sacrificio, tales como flores, hojas y
paja, así como el altar del sacrificio y un momento adecuado [la primavera].
VERSO 25 — Otras cosas que se requieren son:
utensilios, granos, mantequilla clarificada, miel, oro, tierra, agua, El Ṛg
Veda, El Yajur Veda y El Sāma Veda, y cuatro sacerdotes que ejecuten el
sacrificio.
VERSO 26 — Entre otras cosa necesarias se
encuentran la invocación de los diferentes nombres de los semidioses mediante
himnos específicos y votos de recompensa, de acuerdo con la Escritura en
cuestión, para propósitos específicos y mediante procesos específicos.
VERSO 27 — Así pues, yo tuve que preparar todos
esos ingredientes y enseres de sacrificio necesarios, tomándolos de las partes
corporales personales de la Personalidad de Dios. Mediante la invocación de los
nombres de los semidioses, se alcanzó gradualmente la meta última, Viṣṇu, y así
se completaron la compensación y el ofrecimiento último.
TEXO 28 —
Así pues, de las partes del cuerpo del Señor Supremo, el disfrutador del
sacrificio, yo creé los ingredientes y enseres para ofrecer sacrificios, y
ejecuté el sacrificio para complacer al Señor.
VERSO 29 — Mi querido hijo, después , tus nueve
hermanos, que son los amos de las criaturas vivientes, realizaron el sacrificio
con rituales adecuados, para satisfacer tanto a las personalidades manifiestas
como a las no manifiestas.
VERSO 30 — Luego, Manu, el padre de la
humanidad, mediante la ejecución de sacrificios destinados a complacer al Señor
Supremo, adoró a los grandes sabios, a los eruditos entendidos y a los
antepasados.
VERSO 31 — Por lo tanto, todas las
manifestaciones materiales de los universos se encuentran situadas en Sus
poderosas energías materiales, que Él adopta en forma autosuficiente, si bien
Él eternamente carece de nexo con las modalidades materiales.
VERSO 32 — Por Su voluntad, yo creo, el Señor
Śiva destruye y Él Mismo, en Su forma eterna de la Personalidad de Dios, lo
mantiene todo. Él es el poderoso controlador de estas tres energías.
VERSO 33 — Mi querido hijo, todo aquello que me
has preguntado te lo he explicado de esa manera, y has de saber con toda certeza
que todo lo que existe (bien sea como causa o como efecto, tanto en el mundo
material como en el espiritual) depende de la Suprema Personalidad de Dios.
VERSO 34 — ¡Oh, Nārada!, debido a que he asido
los pies de loto de la Suprema Personalidad de Dios, Hari, con mucho fervor,
todo lo que digo nunca ha resultado ser falso. Ni tampoco se ha detenido nunca
el progreso de mi mente. Ni tampoco se degradan nunca mis sentidos por el apego
temporal a la materia.
VERSO 35 — Si bien yo soy conocido como el gran
Brahmā, perfecto en cuanto a la sabiduría védica que presenta la sucesión
discipular, y si bien me he sometido a todas las austeridades y soy un experto
en cuanto a los poderes místicos y la autorrealización, y si bien soy
reconocido como tal por los grandes antepasados de las entidades vivientes, los
cuales me ofrecen respetuosas reverencias, aun así yo no puedo entenderlo a Él,
el Señor, la propia fuente de mi nacimiento.
VERSO 36 — Por lo tanto, lo mejor para mí es
rendirme a Sus pies, que es lo único que puede librarlo a uno de los
sufrimientos del repetido proceso de nacimiento y muerte. Esa entrega es
plenamente auspiciosa, y le permite a uno percibir una felicidad total. Ni
siquiera el cielo puede calcular los límites de su propia expansión. Así que,
¿qué pueden hacer otras personas, si el propio Señor es incapaz de calcular Sus
propios límites?
VERSO 37 — Puesto que ni el Señor Śiva, ni tú,
ni yo, hemos podido averiguar cuáles son los límites de la felicidad
espiritual, ¿cómo pueden otros semidioses conocerlos? Y debido a que todos
nosotros nos encontramos confundidos por la ilusoria energía externa del Señor
Supremo, podemos tan sólo ver este cosmos manifiesto, de acuerdo con nuestra
habilidad individual.
VERSO 38 — Ofrezcamos nuestras reverencias a esa
Suprema Personalidad de Dios, de cuyas encarnaciones y actividades cantamos
nosotros a modo de glorificación, si bien a Él difícilmente se lo puede conocer
tal como Él es.
VERSO 39 — Esa suprema y original Personalidad
de Dios, el Señor Śi Kṛṣṇa, expandiendo Su porción plenaria como Mahā-Viṣṇu, la
primera encarnación, crea ese cosmos manifiesto, pero Él es innaciente. Sin
embargo, la creación ocurre en Él, y la sustancia y las manifestaciones
materiales son todos Él Mismo. Él las mantiene por algún tiempo y las absorbe
de nuevo dentro de Sí.
VERSOS 40-41 —
La Personalidad de Dios es puro, pues se encuentra libre de toda contaminación
que provenga de tintes materiales. Él es la Verdad Absoluta, el poseedor y el
símbolo del conocimiento pleno y perfecto. Él es omnipresente, no tiene
principio ni fin, y no tiene rival. ¡Oh, Nārada!, ¡oh, gran sabio!, los grandes
pensadores pueden conocerlo a Él cuando se encuentra libre por completo de todo
anhelo material y cuando se refugian en imperturbables condiciones de los
sentidos. De lo contrario, mediante argumentos insostenibles, todo se
desvirtúa, y el Señor desaparece de ante nuestra vista.
VERSO 42 — Kāraṇārṇavaśāyī Viṣṇu es la primera
encarnación del Señor Supremo, y Él es el amo del tiempo eterno, del espacio,
de la causa y los efectos, de la mente, de los elementos, del ego material, de
las modalidades de la naturaleza, de los sentidos, de la forma universal del
Señor, de Garbhodakaśāyī Viṣṇu y del conjunto total de todos los seres
vivientes, tanto móviles como inmóviles.
VERSOS 43-45 —
Yo mismo [Brahmā], el Señor Śiva, el Señor Viṣṇu, grandes engendradores de
seres vivientes, tales como Dakṣa y Prajāpati, ustedes mismos [Nārada y los
Kumāras], semidioses celestiales tales como Indra y Candra, los líderes de los
planetas Bhūrloka, los líderes de los planetas terrenales, los líderes de los
planetas inferiores, los líderes de los planetas Gandharva, los líderes de los
planetas Vidyādhara, los líderes de los planetas Cāraṇaloka, los líderes de los
Yakṣas, Rakṣas y Uragas, los grandes sabios, los grandes demonios, los grandes
ateos y viajeros siderales, así como los muertos, los espíritus malignos, los
satanes, genios, kūṣmāṇḍas, los grandes seres acuáticos, las grandes bestias y
los grandes pájaros, etc. - en otras palabras, absolutamente todo aquellos que
posea, en un grado excepcional, poder, opulencia, destreza mental y perceptiva,
fuerza, indulgencia, belleza, modestia, opulencia y buen linaje, con forma o
sin ella - , puede que parezca ser la verdad específica y la forma del Señor,
pero de hecho no lo es. Ello es tan sólo un fragmento de la potencia
trascendental del Señor.
VERSO 46 — ¡Oh, Nārada!, ahora he de describir,
una tras otra, las encarnaciones trascendentales del Señor conocidas como
līlā-avatāras. El oír hablar de sus actividades contrarresta toda la materia
impura que se ha acumulado en el oído. Esos pasatiempos son agradables al oído
y han de ser saboreados. Por lo tanto, se encuentran en mi corazón.
TEXO 28 —
Así pues, de las partes del cuerpo del Señor Supremo, el disfrutador del
sacrificio, yo creé los ingredientes y enseres para ofrecer sacrificios, y
ejecuté el sacrificio para complacer al Señor.
Capítulo 7 : ENCARNACIONES
PROGRAMADAS CON FUNCIONES ESPECÍFICAS.
VERSO 1 — El Señor Brahmā dijo: Cuando el
ilimitadamente poderoso Señor adoptó como pasatiempo la forma de un jabalí, tan
sólo para levantar el planeta Tierra que había sido sumergido en el gran océano
del universo, denominado el Garbhodaka, apareció el primer demonio
[Hiraṇyākṣa], y el Señor lo atravesó con Su colmillo.
VERSO 2 — El Prajāpati engendró primero a
Suyajña en el vientre de su esposa Ākūti, y luego Suyajña engendró semidioses,
encabezados por Suyama, en el vientre de su esposa Dakṣiṇā. Suyajña, en la forma
del Indradeva, aminoró sufrimientos muy grandes en los tres sistemas
planetarios [el superior, el inferior y el intermedio], y debido a que aminoró
así los sufrimientos del universo, el gran padre de la humanidad, es decir
Svāyambhuva Manu, le dio luego el nombre de Hari.
VERSO 3 — El Señor apareció luego como la
encarnación Kapila, siendo hijo del Prajāpati brāhmaṇa Kardama, y su esposa,
Devahūti, juntamente con otras nueve mujeres [hermanas]. Él le habló a Su madre
acerca de la autorrealización, por lo cual, en esa misma vida, ella quedó
limpia por completo del lodo de las modalidades materiales, con lo cual alcanzó
la liberación: el sendero de Kapila.
VERSO 4 — El gran sabio Atri oró pidiendo tener
descendencia, y el Señor, estando satisfecho con él, le prometió encarnarse
como el hijo de Atri, Dattātreya [Datta, el hijo de Atri]. Y por la gracia de
los pies de loto del Señor, muchos Yadus, Haihayas, etc., quedaron tan
purificados, que obtuvieron bendiciones tanto materiales como espirituales.
VERSO 5 — Para crear diferentes sistemas
planetarios, yo tuve que someterme a austeridades y penitencias, y el Señor,
sintiéndose así complacido conmigo, se encarnó en cuatro sanas [Sanaka,
Sanat-kumāra, Sanandana y Sanātana]. En la creación anterior, la verdad
espiritual fue devastada, pero los cuatro sanas la explicaron en forma tan
precisa, que la verdad de inmediato fue claramente percibida por los sabios.
VERSO 6 — Para exhibir Su manera personal de
austeridad y penitencia, Él apareció en las formas gemelas de Nārāyaṇa y Nara,
en el vientre de Mūrti, la esposa de Dharma e hija de Dakṣa. Unas bellezas
celestiales, las acompañantes de Cupido, fueron a tratar de romper Sus votos,
pero no tuvieron éxito, pues vieron que muchas bellezas como ellas emanaban de Él,
la Personalidad de Dios.
VERSO 7 — Grandes personalidades tales como el
Señor Śiva pueden, mediante sus miradas iracundas, superar la lujuria y
vencerla; sin embargo, ellos no pueden librarse de los dominantes efectos de su
propia ira. Esa ira nunca puede entrar en el corazón de Él [el Señor], quien se
encuentra por encima de todo eso. Así que, ¿cómo puede la lujuria refugiarse en
Su mente?
VERSO 8 — El príncipe Dhruva, si bien era sólo
un muchacho, al ser insultado por las ásperas palabras proferidas por la
coesposa del Rey, incluso en presencia de éste, se entregó a la ejecución de
severas penitencias en el bosque. Y el Señor, sintiéndose satisfecho con su
oración, le otorgó el planeta Dhruva, el cual es adorado por grandes sabios que
se encuentran tanto hacia arriba como hacia abajo.
VERSO 9 — Mahārāja Vena se apartó del sendero
de la virtud, y los brāhmaṇas lo castigaron con la maldición del relámpago.
Mediante esto, el rey Vena fue quemado juntamente con sus buenas acciones y su
opulencia, y se encontraba camino del infierno. El Señor, por Su misericordia
sin causa, descendió como hijo de él con el nombre de Pṛthu, libró del infierno
al condenado rey Vena, y explotó la Tierra mediante la extracción de toda clase
de cosechas de productos agrícolas.
VERSO 10 — El Señor apareció como el hijo de
Sudevī, la esposa del rey Nābhi, y fue conocido como Ṛṣabhadeva. Él ejecutó
yoga materialista para equilibrar la mente. Esa etapa también se considera que
es la situación más elevada y perfecta de la liberación, en la cual uno se
encuentra situado en el propio yo y está completamente satisfecho.
VERSO 11 — El Señor apareció como la encarnación
Hayagrīva en un sacrificio realizado por mí [Brahmā]. Él es los sacrificios
personificados, y el matiz de Su cuerpo es dorado. Además, Él es los Vedas
personificados y la Superalma de todos los semidioses. Cuando Él respiró, todos
los dulces sonidos de los himnos védicos salieron de Sus fosas nasales.
VERSO 12 — Al final del milenio, el futuro
Vaivasvata Manu, de nombre Satyavrata, habría de ver que el Señor en la
encarnación de pez es el refugio de todas las clases de entidades vivientes,
ascendiendo hasta aquellas que se encuentran en los planetas terrenales. Debido
a mi temor de la vasta agua que aparece al final del milenio, los Vedas salen
de mi boca [de Brahmā], y el Señor disfruta de esas vastas aguas y protege los
Vedas.
VERSO 13 — El Señor primordial adoptó luego la
encarnación de la tortuga para servir de lugar de apoyo [pivote] de la montaña
Mandara, que servía de vara de batir. Los semidioses y los demonios, para
extraer néctar, estaban batiendo el océano de leche con la montaña Mandara. La
montaña giraba en uno y otro sentido, rascando la espalda del Señor Tortuga, el
cual, mientras dormía parcialmente, experimentaba una sensación de picazón.
VERSO 14 — La Personalidad de Dios adoptó la
encarnación de Nṛsiṁhadeva para aniquilar los grandes temores de los
semidioses. Él mató al rey de los demonios [Hiraṇyakaśipu] - quien desafió al
Señor con una maza en su mano - colocando al demonio en Sus muslos y
atravesándolo con Sus uñas, mientras hacía girar Sus cejas por la ira y
mostraba Su boca y Sus dientes temibles.
VERSO 15 — El líder de los elefantes, cuya
pierna fue atacada en un río por un cocodrilo que tenía una fuerza superior a
él, estaba muy acongojado. Tomando una flor de loto con su trompa, le habló al
Señor, diciendo: “¡Oh, disfrutador original, Señor del universo!, ¡oh,
liberador, tan famoso como un lugar de peregrinaje! Todos se purifican
simplemente por oír Tu santo nombre, que merece ser cantado”.
VERSO 16 — La Personalidad de Dios, después de
oír la súplica del elefante, consideró que éste necesitaba Su ayuda inmediata,
pues se encontraba en un gran peligro. Así pues, el Señor apareció ahí de
inmediato en las alas del rey de los pájaros, Garuḍa, plenamente equipado con
Su arma, el disco [cakra]. Con el disco, Él cortó en pedazos la boca del
cocodrilo para salvar al elefante, y liberó a este último levantándolo por la
trompa.
VERSO 17 — El Señor, si bien es trascendental a
todas las modalidades materiales, aun así superó todas las cualidades de los
hijos de Aditi, conocidos como los Ādityas. El Señor apareció como el hijo
menor de Aditi. Y debido a que Él superó todos los planetas del universo, Él es
la Suprema Personalidad de Dios. Con el preVERSO de pedir la cantidad de tres
pasos de tierra, se llevó todas las tierras de Bali Mahārāja. Él pidió debido
tan sólo a que, sin mendigar, ninguna autoridad puede llevarse las pertenencias
legítimas de uno.
VERSO 18 — Bali Mahārāja, quien puso en su
cabeza el agua que lavara los pies de loto del Señor, no pensó en nada más que
en su promesa, a pesar de que su maestro espiritual se lo había prohibido. El
Rey dedicó su propio cuerpo personal a satisfacer la medida del tercer paso del
Señor. Para una personalidad así, hasta el reino del cielo, que conquistó con
su fuerza, carecía de todo valor.
VERSO 19 — ¡Oh, Nārada!, la Personalidad de Dios
en Su encarnación de Haṁsāvatāra, te enseñó acerca de la ciencia de Dios y Su
trascendental servicio amoroso. Él estaba muy complacido contigo, debido a tu
intensa proporción de servicio devocional. Él también te explicó con lucidez
toda la ciencia del servicio devocional, la cual especialmente les resulta
comprensible a las personas que son almas rendidas al Señor Vāsudeva, la
Personalidad de Dios.
VERSO 20 — El Señor, en la encarnación de Manu,
se volvió el descendiente de la dinastía Manu y rigió a la hereje orden real,
venciéndolos mediante Su poderosa arma de disco. Sin ser detenido bajo ninguna
circunstancia, Su régimen se caracterizó por Su gloriosa fama, que se expandió
por los tres lokas y ascendió por encima de ellos hasta el sistema
planetario de Satyaloka, el más elevado del universo.
VERSO 21 — El Señor, en Su encarnación de
Dhanvantari, cura muy rápidamente - y tan sólo mediante Su fama personificada -
las enfermedades de las por siempre enfermas entidades vivientes. Así pues, la
Personalidad de Dios queda glorificada por siempre. Él además exigió una
porción de los sacrificios, y es tan sólo Él quien inauguró en el universo la
ciencia médica, o el conocimiento de la medicina.
VERSO 22 — Cuando los administradores regentes,
conocidos como los kṣatriyas, se apartaron del sendero de la Verdad Absoluta
deseosos de sufrir en el infierno, el Señor, en Su encarnación del sabio
Paraśurāma, arrancó a esos reyes no deseados, que aparecían como espinas en la
Tierra. Así pues, Él arrancó a los kṣatriyas tres veces siete, con Su muy
afilada hachuela.
VERSO 23 — La Suprema Personalidad de Dios,
juntamente con Sus extensiones plenarias, debido a Su misericordia sin causa
para con todas las entidades vivientes del universo, apareció en la familia de
Mahārāja Ikṣvāku como el Señor de Su potencia interna, Sītā. Por orden de Su
padre, Mahārāja Daśaratha, Él entró en el bosque y vivió allí por muchos años
con Su esposa y Su hermano menor. Rāvaṇa, que era muy poderoso materialmente y
que poseía diez cabezas sobre los hombros, cometió una gran ofensa contra Él,
y, así pues, fue finalmente derrotado.
VERSO 24 — La Personalidad de Dios, Rāmacandra,
afligido por Su distante amiga íntima [Sītā], lanzó una mirada sobre la ciudad
del enemigo Rāvaṇa, con ojos al rojo vivo, como aquellos de Hara [que quería
quemar el reino del cielo]. El gran océano, temblando de temor, le dio paso,
debido a que sus familiares, los seres acuáticos tales como los tiburones, las
serpientes y los cocodrilos, estaban siendo quemados por el calor de los
furiosos ojos al rojo vivo del Señor.
VERSO 25 — Cuando Rāvaṇa estaba combatiendo en
la batalla, la trompa del elefante que llevaba al Rey del cielo, Indra, se
rompió en pedazos al chocar con el pecho de Rāvaṇa, y las partes rotas
esparcidas iluminaron todas las direcciones. Por consiguiente, Rāvaṇa se sintió
orgulloso de su fuerza, y comenzó a pasearse entre los soldados que combatían,
creyéndose el conquistador de todas las direcciones. Pero su risa, dominada por
el júbilo, juntamente con su propio aire vital, cesó repentinamente ante el
zumbante sonido del arco de Rāmacandra, la Personalidad de Dios.
VERSO 26 — Cuando el mundo se encuentra
sobrecargado por la fuerza combatiente de reyes que no tienen fe en Dios, el
Señor, sólo para disminuir la aflicción del mundo, desciende con Su porción
plenaria. El Señor viene en Su forma original, con hermoso cabello negro. Y
sólo para expandir Sus glorias trascendentales, Él actúa de un modo
extraordinario. Nadie puede calcular con precisión cuán grande es Él.
VERSO 27 — No hay duda de que el Señor Kṛṣṇa es
el Señor Supremo, pues de no ser así, ¿cómo le fue posible a Él matar a un
demonio tan gigante como Pūtanā cuando se encontraba apenas en el regazo de Su
madre, voltear una carretilla con la pierna cuando tenía tan sólo tres meses de
edad, arrancar un par de árboles arjuna, tan altos que tocaban el cielo, cuando
Él tan sólo gateaba? Todas esas actividades resultan imposibles para cualquier
otra persona que no sea el propio Señor.
VERSO 28 — Luego, además, cuando los
pastorcillos de vacas y sus animales bebieron de la envenenada agua del río
Yamunā, y después de que el Señor [en Su infancia] los resucitara mediante Su
misericordiosa mirada, tan sólo para purificar el agua del río Yamunā Él saltó
dentro como si estuviera jugando, y castigó a la venenosa serpiente Kāliya.
¿Quién puede realizar hazañas así de hercúleas a excepción del Señor Supremo?
VERSO 29 — En la misma noche del día del castigo
de la serpiente Kāliya, cuando los habitantes de Vrajabhūmi dormían
despreocupadamente, se encendió un incendio forestal debido a unas hojas secas,
y parecía que todos los habitantes habrían de encontrar la muerte con toda
seguridad. Pero el Señor, juntamente con Balarāma, los salvó simplemente con
cerrar los ojos. Así son las actividades sobrehumanas del Señor.
VERSO 30 — Cuando la pastora de vacas [Yaśodā,
la madre adoptiva de Kṛṣṇa] estaba tratando de atar con sogas las manos de su
hijo, observó que la soga carecía siempre de la longitud necesaria, y cuando
finalmente se dio por vencida, el Señor Kṛṣṇa, poco tiempo después, abrió la
boca, en la cual la madre observó que se encontraban todos los universos. Al
ver eso, se le presentaron dudas en la mente, pero ella se convenció de una
manera diferente de la naturaleza mística de su hijo.
VERSO 31 — El Señor Kṛṣṇa salvó a Su padre
adoptivo, Nanda Mahārāja, del temor del semidiós Varuṇa, y liberó a los
pastorcillos de vacas de las cuevas de la montaña, pues fueron puestos ahí por
el hijo de Maya. Además, a los habitantes de Vṛṇdāvana, que durante el día se
encontraban muy atareados trabajando y de noche dormían profundamente debido a
su ardua labor de día, el Señor Kṛṣṇa les confirió la promoción al planeta más
elevado del cielo espiritual. Todos estos actos son trascendentales, y
ciertamente demuestran, sin duda alguna, Su Divinidad.
VERSO 32 — Cuando los pastores de vacas de Vṛṇdāvana,
por instrucción de Kṛṣṇa, dejaron de ofrecerle sacrificios a Indra, el rey
celestial, toda la extensión de tierra conocida como Vraja fue amenazada con
ser arrastrada por constantes y fuertes lluvias, que caerían durante siete
días. El Señor Kṛṣṇa, debido a Su misericordia sin causa para con los
habitantes de Vraja, si bien tenía tan sólo siete años de edad, sostuvo con una
mano la colina conocida como Govardhana. Él hizo esto para proteger a los
animales de la embestida del agua.
VERSO 33 — Cuando el Señor se encontraba
dedicado a Su pasatiempos de la danza rāsa en el bosque de Vṛṇdāvana, avivando
los deseos sexuales de las esposas de los habitantes de Vṛṇdāvana mediante
dulces y melodiosas canciones, un demonio de nombre Śaṅkhacūḍa, un rico seguidor
del tesorero del cielo [Kuvera], raptó a las doncellas, y el Señor le separó la
cabeza del tronco.
VERSOS 34-35 —
Todas las personalidades demoníacas, tales como Pralamba, Dhenuka, Baka, Keśī,
Ariṣṭa, Cāṇūra, Mustika, el elefante Kuvalayāpiḍa, Kaṁsa, Yavana, Narakāsura y
Pauṇḍraka, grandes mariscales tales como Śālva, el mono Dvivida y Balava,
Dantavakra, los siete toros, Śambara, Vidūratha y Rukmī, así como también
grandes guerreros tales como Kamboja, Matsya, Kuru, Sṛñjaya y Kekaya, habrán
todos de pelear vigorosamente, bien sea directamente con el Señor Hari, o con
Él bajo Sus nombres de Baladeva, Arjuna, Bhīma, etc. Y los demonios, siendo así
matados, habrán de alcanzar, bien sea el brahmajyoti impersonal, o Su morada
personal en los planetas Vaikuṇṭha.
VERSO 36 — El propio Señor en Su encarnación de
hijo de Satyavatī [Vyāsadeva], habrá de considerar que Su recopilación de la
literatura védica sería muy difícil de ser entendida por las personas poco
inteligentes y de vida corta, y, por consiguiente, habrá de dividir el árbol
del conocimiento védico en diferentes ramas, de acuerdo con las circunstancias
de la era en cuestión.
VERSO 37 — Cuando los ateos, después de estar
bien versados en el conocimiento científico védico, aniquilen a los habitantes
de los diferentes planetas, volando invisibles en el cielo con cohetes bien
construidos, preparados por el gran científico Maya, el Señor habrá de
confundir sus mentes vistiéndose atractivamente como Buda, y predicará
principios religiosos.
VERSO 38 — Luego, al final de Kali-yuga, cuando
ya no existan temas que traten de Dios, ni siquiera en las residencias de los
supuestos santos y caballeros respetables de las tres castas superiores, y
cuando el poder del gobierno se traslade a las manos de los ministros elegidos
entre la clase śūdra de bajo nacimiento o de aquellos más bajos que ellos, y
cuando ya no se conozca nada de las técnicas de sacrificio, ni siquiera de
palabra, en ese momento el Señor aparecerá como el castigador supremo.
VERSO 39 — Al comienzo de la creación existimos
la penitencia, los prajāpatis, los grandes sabios que engendran y yo [Brahmā];
luego, durante la manutención de la creación, existen Viṣṇu, los semidioses con
poderes de control y los reyes de diferentes planetas. Más, al final, hay irreligión,
y luego aparecen el Señor Śiva y los ateos llenos de ira, etc. Todo ello
constituye diferentes manifestaciones representativas de la energía del poder
supremo, el Señor.
VERSO 40 — ¿Quién puede describir por completo
el poder de Viṣṇu? Ni siquiera el científico, que pudiera haber contado las
partículas de los átomos del universo, puede hacerlo... debido a que sólo fue
Él quien en Su forma de Trivikrama movió Su pierna sin esfuerzo alguno más allá
del planeta más elevado, Satyaloka, hasta el estado neutral de las tres
modalidades de la naturaleza material. Y todos se conmovieron.
VERSO 41 — Ni yo ni todos los sabios nacidos
antes que tú conocemos por completo a la omnipotente Personalidad de Dios. Por
consiguiente, ¿qué pueden conocer acerca de Él otras personas que nacen después
de nosotros? Ni siquiera la primera encarnación del Señor, es decir, Śeṣa, ha
sido capaz de alcanzar el límite de ese conocimiento, si bien Él está
describiendo las cualidades del Señor con mil caras.
VERSO 42 — Pero todo aquel que se encuentra
específicamente favorecido por el Señor Supremo, la Personalidad de Dios,
debido a su inmaculada entrega al servicio del Señor, puede superar el
infranqueable océano de la ilusión, y puede comprender al Señor. Mas aquellos
que están apegados a este cuerpo, destinado a ser comido al final por perros y
chacales, no pueden lograr eso.
VERSOS 43-45 —
¡Oh, Nārada!, si bien las potencias del Señor son incognoscibles e
inconmensurables, aun así, debido a que todos nosotros somos almas rendidas,
sabemos cómo Él actúa a través de las potencias de yogamāyā. Y, en forma
similar, las potencias del Señor también le son conocidas al todopoderoso Śiva,
al gran rey de la familia atea, es decir, a Prahlāda Mahārāja, a Svāyambhuva
Manu, a su esposa Śatarūpā, a sus hijos e hijas, como Priyavrata, Uttānapāda,
Ākūti, Devahūti, y Prasūti, a Prācīnabarhi, a Ṛbhu, a Aṅga, el padre de Vena, a
Mahārāja Dhruva, a Ikṣvāku, a Aila, a Mucukunda, a Mahārāja Janaka, a Gādhi, a
Raghu, a Ambarīṣa, a Sagara, a Gaya, a Nāhuṣa, a Māndhātā, a Alarka, a
Śatadhanu, a Anu, a Rantideva, a Bhīṣma, a Bali, a Amūrttaraya, a Dilīpa, a
Saubhari, a Utaṅka, a Śibi, a Devala, a Pippalāda, a Sārasvata, a Uddhava, a
Parāśara, a Bhūriṣeṇa, a Vibhīṣaṇa, a Hanumān, a Śukadeva Gosvāmī, a Arjuna, a
Arṣṭiṣeṇa, a Vidura, a Śrutadeva, etc.
VERSO 46 — Las almas rendidas que provienen
incluso de grupos que llevan vidas pecaminosas, como las mujeres, la clase
laboral, los montañeses y los siberianos, o incluso los pájaros y las bestias,
pueden también conocer acerca de la ciencia de Dios y librarse de las garras de
la energía ilusoria, rindiéndose a los devotos puros del Señor, y siguiendo sus
pasos en el servicio devocional.
VERSO 47 — Aquello que se experimenta como el
Brahman Absoluto está lleno de ilimitada bienaventuranza, sin congoja alguna.
Ésa es indudablemente la fase suprema del disfrutador supremo, la Personalidad
de Dios. Él está eternamente exento de toda perturbación y libre de temor. Él
es la conciencia plena en contraste con la materia. Él es la principal causa
original de toda causa y efecto, incontaminado y sin diferencias, en quien no
hay sacrificio en pos de actividades fruitivas, y en quien no se encuentra la
energía ilusoria.
VERSO 48 — En un estado trascendental así, no
hay necesidad de control artificial de la mente, especulación mental ni
meditación, tal como lo realizan los jñānīs y los yogīs. Uno abandona esos
procesos, así como el rey celestial, Indra, se abstiene de tomarse la molestia
de excavar un pozo.
VERSO 49 — La Personalidad de Dios es el amo
supremo de todo lo auspicioso, debido a que los resultados de cualesquiera
acciones que realiza el ser viviente, bien sea en la existencia material o en
la espiritual, son otorgados por el Señor. Por ello, Él es el benefactor
último. Toda entidad viviente individual es innaciente, y, por lo tanto, la
entidad viviente existe incluso después de la aniquilación del cuerpo hecho de
elementos materiales, tal como el aire que se encuentra dentro del cuerpo.
VERSO 50 — Mi querido hijo, ahora te he
explicado en resumen a la Suprema Personalidad de Dios, quien es el creador de
los mundos manifestados. Sin Él, Hari, el Señor, no existe ninguna otra causa
de las existencias fenomenales y noúmenales.
VERSO 51 — ¡Oh, Nārada!, esta ciencia de Dios,
el Śrīmad-Bhāgavatam, me fue hablada en resumen por la Suprema Personalidad de
Dios, y fue hablada como la acumulación de Sus diversas potencias. Por favor,
expande tú esta ciencia.
VERSO 52 — Por favor, describe la ciencia de
Dios con determinación y en una forma en que le resulte muy posible al ser
humano desarrollar el trascendental servicio devocional hacia la Personalidad
de Dios Hari, la Superalma de todo ser viviente y la fuente súmmum bonum de
todas las energías.
VERSO 53 — Las actividades del Señor en relación
con Sus diferentes energías han de ser descritas, apreciadas y oídas de acuerdo
con las enseñanzas del Señor Supremo. Si ello se realiza regularmente con
devoción y respeto, es seguro que uno se escapará de la energía ilusoria del
Señor.
Capítulo 8 : LAS
PREGUNTAS DEL REY PARIKSIT.
VERSO 1 — El rey Parīkṣit le preguntó a
Śukadeva Gosvāmī: Los oyentes de Nārada Muni son tan afortunados como aquellos
que instruyó el Señor Brahmā. ¿Cómo explicó Nārada las cualidades
trascendentales del Señor, quien está exento de cualidades materiales, y ante
quién habló?
VERSO 2 — El Rey dijo: Yo deseo saber. Las
narraciones concernientes al Señor, quien posee potencias maravillosas, son
ciertamente auspiciosas para los seres vivientes de todos los planetas.
VERSO 3 — ¡Oh, muy afortunado Śukadeva
Gosvāmī!, por favor continúa narrando el Śrīmad-Bhāgavatam, de manera que yo
pueda fijar la mente en el Alma Suprema, el Señor Kṛṣṇa, y abandone así este
cuerpo, encontrándome libre por completo de las cualidades materiales.
VERSO 4 — La Personalidad de Dios, Śrī Kṛṣṇa,
se manifestará en poco tiempo en los corazones de aquellas personas que oyen el
Śrīmad-Bhāgavatam regularmente, y que siempre toman el asunto muy en serio.
VERSO 5 — La encarnación sonora del Señor
Kṛṣṇa, el Alma Suprema [es decir, el Śrīmad-Bhāgavatam], entra en el corazón de
un devoto autorrealizado, se sienta en la flor de loto de su relación amorosa,
y limpia así el polvo de la asociación material, como la lujuria, la ira y el
anhelo. Así pues, actúa como las lluvias de otoño sobre los charcos de agua
enlodada.
VERSO 6 — Un devoto puro del Señor, cuyo
corazón se ha limpiado una vez con el proceso del servicio devocional, nunca
abandona los pies de loto del Señor Kṛṣṇa, pues estos lo satisfacen por
completo, tal como un viajero se siente satisfecho en el hogar después de un
viaje difícil.
VERSO 7 — ¡Oh, brāhmaṇa erudito!, la
trascendental alma espiritual es diferente del cuerpo material. ¿Adquiere ella
el cuerpo accidentalmente, o por alguna causa? Puesto que eso te es conocido,
por favor, ¿querrías explicármelo?
VERSO 8 — Si la Suprema Personalidad de Dios,
de cuyo abdomen brotó el tallo de la flor de loto, posee un cuerpo gigantesco
acorde con Su propio calibre y medida, entonces, ¿cuál es la diferencia
específica entre el cuerpo del Señor y los cuerpos de las entidades vivientes
comunes?
VERSO 9 — Brahmā, quien no nació de una fuente
material, sino de la flor de loto que sale de la región umbilicoabdominal del
Señor, es el creador de todos aquellos que nacen materialmente. Por supuesto
que, por la gracia del Señor, Brahmā pudo ver la forma del Señor.
VERSO 10 — Por favor, también explica a la
Personalidad de Dios, quien yace en todo corazón como la Superalma y como el
Señor de todas las energías, pero a quien no toca Su energía externa.
VERSO 11 — ¡Oh, brāhmaṇa erudito!, se explicó
anteriormente que todos los planetas del universo con sus respectivos
gobernadores se encuentran situados en las diferentes partes del gigantesco
cuerpo del virāṭ-puruṣa. Yo también he oído decir que se considera que los
diferentes sistemas planetarios se encuentran en el gigantesco cuerpo del
virāṭ-puruṣa. Pero, ¿cuál es la verdadera posición de ellos? Por favor,
¿podrías explicar eso?
VERSO 12 — Por favor, también explica el lapso
de tiempo que transcurre entre la creación y la aniquilación, y el de las otras
creaciones secundarias, así como la naturaleza del tiempo, que se indica con el
sonido de pasado, presente y futuro. Explica también, por favor, la duración y
la medida de la vida de los diferentes seres vivientes conocidos como
semidioses, seres humanos, etc., que se encuentran en diferentes planetas del
universo.
VERSO 13 — ¡Oh, tú el más puro de los
brāhmaṇas!, por favor, también explica la causa de las diferentes duraciones
del tiempo, tanto cortas como largas, así como también el comienzo del tiempo.
Por favor, explica eso en función del transcurso de la acción.
VERSO 14 — Y además, ten la bondad de describir
cómo la acumulación proporcional de las reacciones que resultan de las
diferentes modalidades de la naturaleza material, actúan sobre el ser viviente
deseoso, ascendiéndolo o degradándolo entre las diferentes especies de vida,
comenzando con los semidioses, y descendiendo hasta las más insignificantes
criaturas.
VERSO 15 — ¡Oh, tú, el mejor de los brāhmaṇas!,
por favor, también describe cómo ocurre la creación de los globos a lo largo
del universo, la creación de las cuatro direcciones de los cielos, y la
creación del firmamento, los planetas, las estrellas, las montañas, los ríos,
los mares y las islas, así como también sus diferentes clases de habitantes.
VERSO 16 — Además, por favor describe el espacio
interior y el sideral del universo según las divisiones específicas, así como
el carácter y las actividades de las grandes almas, y también las
características de las diferentes clasificaciones de las castas y órdenes de
vida social.
VERSO 17 — Por favor, explica todas las
diferentes eras de la duración de la creación, y también la duración de esas
eras. Háblame también de las diferentes actividades de las diferentes
encarnaciones del Señor en diferentes eras.
VERSO 18 — Por favor, explica también cuáles
habrían de ser, por lo general, las afiliaciones religiosas comunes de la
sociedad humana, así como sus ocupaciones obligatorias específicas en el campo
de la religión, y la clasificación de las órdenes sociales así como las órdenes
reales administrativas, y los principios religiosos para aquel que esté
afligido.
VERSO 19 — Por favor, explica todo lo referente
a los principios elementales de la creación, el número de esos principios
elementales, sus causas y su desarrollo, y también el proceso del servicio
devocional y el método de los poderes místicos.
VERSO 20 — ¿Cuáles son las opulencias de los
grandes místicos, y cuál es la comprensión última de éstos? ¿Cómo se desapega
del cuerpo astral sutil el místico perfecto? ¿Cuál es el conocimiento básico de
las Escrituras védicas, entre ellas, las ramas de la historia y los Purāṇas
suplementarios?
VERSO 21 — Por favor, explícame cómo se generan
los seres vivientes, cómo son mantenidos y cómo son aniquilados. Háblame
también de las ventajas y desventajas de desempeñar servicio devocional para el
Señor. ¿Cuáles son los rituales védicos y los mandamientos de los ritos védicos
suplementarios? Y, ¿cuáles son los procedimientos de la religión, del
desarrollo económico y de la satisfacción de los sentidos?
VERSO 22 — Por favor, también explica cómo los
seres vivientes fundidos en el cuerpo del Señor, son creados, y cómo los
infieles aparecen en el mundo. También explica, por favor, cómo viven las
entidades vivientes no condicionadas.
VERSO 23 — La independiente Personalidad de Dios
disfruta de Sus pasatiempos mediante Su potencia interna, y en el momento de la
aniquilación los abandona, dejándoselos a la potencia externa, y Él permanece
como testigo de todo ello.
VERSO 24 — ¡Oh, gran sabio, representante del
Señor!, ten la bondad de satisfacer mi ansia de conocer todo lo que te he
preguntado y todo lo que no te haya preguntado desde el mismo comienzo de mis
preguntas. Como soy una alma rendida a ti, por favor impárteme todo el
conocimiento relacionado con esto.
VERSO 25 — ¡Oh, gran sabio!, tú eres igual a
Brahmā, el ser viviente original. Las demás personas tan sólo siguen la
costumbre, como la siguieron los especuladores filosóficos anteriores.
VERSO 26 — ¡Oh, brāhmaṇa erudito!, por el hecho
de beber el néctar del mensaje de la infalible Personalidad de Dios, que está
fluyendo y descendiendo del océano de tus palabras, no siento ninguna clase de
agotamiento debido a mi ayuno.
VERSO 27 — Sūta Gosvāmī dijo: Así pues, a
Śukadeva Gosvāmī lo complació mucho que Mahārāja Parīkṣit lo invitara a hablar
de los temas del Señor Śrī Kṛṣṇa con los devotos.
VERSO 28 — Él comenzó a responder a las preguntas
de Mahārāja Parīkṣit, diciendo que la ciencia de la Personalidad de Dios le fue
hablada primero por el propio Señor a Brahmā, cuando éste acababa de nacer. El
Śrīmad-Bhāgavatam es la Escritura védica suplementaria, y está de conformidad
con los Vedas textualmente.
VERSO 29 — Además, él se dispuso a responder a
todo lo que el Rey Parīkṣit le había preguntado. Mahārāja Parīkṣit era el mejor
de la dinastía de los Pāṇḍus, y por eso pudo hacerle las preguntas indicadas a
la persona indicada.
Capítulo 9 : RESPUESTAS
CITANDO LA VERSIÓN DEL SEÑOR.
VERSO 1 — Śrīla Śukadeva Gosvāmī dijo: ¡Oh,
Rey!, a menos que uno se vea influido por la energía de la Suprema Personalidad
de Dios, no tiene sentido la relación que hay entre el alma pura, que se
encuentra en estado de conciencia pura, y el cuerpo material. Esa relación es
igual a la que tiene una persona con su propio cuerpo cuando sueña y lo ve
actuando.
VERSO 2 — La entidad viviente engañada aparece
en muchísimas formas ofrecidas por la energía externa del Señor, y la enjaulada
entidad viviente, mientras disfruta en medio de las modalidades de la
naturaleza material, crea las concepciones erróneas, pensando en términos de
“yo” y “mío”.
VERSO 3 — Tan pronto como la entidad viviente
se sitúa en su gloria constitucional y comienza a disfrutar de la trascendencia
que se encuentra más allá del tiempo y de la energía material, de inmediato
abandona las dos erróneas concepciones de la vida [yo y mío], y, así pues,
queda manifestada por completo en forma del yo puro.
VERSO 4 — ¡Oh, Rey!, la Personalidad de Dios,
estando muy complacido con el Señor Brahmā debido a su penitencia no engañosa
de bhakti-yoga, presentó Su forma eterna y trascendental ante Brahmā. Y ésa es
la meta objetiva que purifica al alma condicionada.
VERSO 5 — El Señor Brahmā, el primer maestro
espiritual, supremo en el universo, no pudo determinar cuál era la fuente de su
asiento de loto, y mientras pensaba en crear el mundo material no pudo entender
cuál era la dirección correcta para ejecutar ese trabajo creativo, ni tampoco
pudo averiguar cuál era el proceso para realizar esa creación.
VERSO 6 — Mientras se encontraba así en el agua
dedicado a pensar, Brahmājī oyó dos veces un sonido que venía de cerca, de dos
sílabas unidas. Una de las sílabas era la decimosexta del alfabeto sparśa, y la
otra era la vigesimoprimera, y ambas se unían para volverse la riqueza de la
orden de vida de renuncia.
VERSO 7 — Cuando él oyó el sonido, trató de
encontrar al que habló, buscando por todos lados. Pero al no poder encontrar a
nadie a excepción de sí mismo, consideró que era prudente sentarse firmemente
en su asiento de loto y prestarle su atención a la ejecución de la penitencia,
tal como fue instruido.
VERSO 8 — El Seor Brahmā se sometió a
penitencias por mil años de los semidioses. Él oyó esa vibración trascendental
que venía del cielo, y la aceptó como divina. Por ello, él controló la mente y
los sentidos, y las penitencias que ejecutó fueron una gran lección para las
entidades vivientes. Así pues, él es conocido como el más grande de todos los ascetas.
VERSO 9 — La Personalidad de Dios, estando así
muy satisfecho con la penitencia del Señor Brahmā, tuvo el agrado de manifestar
Su morada personal, Vaikuṇṭha, el planeta supremo por sobre todos los demás.
Esa morada trascendental del Señor es adorada por todas las personas
autorrealizadas que se encuentran libres de toda clase de sufrimientos y
temores de la existencia ilusoria.
VERSO 10 — En esa morada personal del Señor, las
modalidades materiales de la ignorancia y la pasión no prevalecen, ni tampoco
hay ninguna influencia de ellas en la bondad. Ahí no hay predominancia de la
influencia del tiempo, así que ¡ni qué hablar de la energía externa e
ilusoria!, ella no puede entrar en esa región. Sin discriminación alguna, tanto
los semidioses como los demonios adoran al Señor como devotos.
VERSO 11 — La descripción de los habitantes de
los planetas Vaikuṇṭha dice que ellos tienen una tez de un resplandeciente
color azulado como el cielo. Sus ojos se asemejan a las flores de loto, su
vestimenta es de un color amarillento, y sus rasgos corporales son muy
atractivos. Ellos tienen justo la edad de jóvenes que están creciendo, todos
tienen cuatro manos, todos están hermosamente adornados con collares de perlas
que tienen medallones decorativos, y todos parecen ser refulgentes.
VERSO 12
TRADUCCIÓN — Algunos de ellos tiene un tez
refulgente como el coral y los diamantes, y en la
abeza tienen guirnaldas florecientes como las flores de loto, y algunos llevan aretes.
abeza tienen guirnaldas florecientes como las flores de loto, y algunos llevan aretes.
VERSO 13 — Los planetas Vaikuṇṭha están rodeados
además por diversos aviones, todos resplandecientes y situados en medio de un
brillo. Esos aviones pertenecen a los grandes mahātmās, o los grandes devotos
del Señor. Las damas son tan hermosas como el relámpago, debido a su tez
celestial, y todo ello en conjunto luce igual que el cielo adornado tanto con
nubes como con relámpagos.
VERSO 14 — La diosa de la fortuna, en su forma
trascendental, está dedicada al servicio amoroso de los pies de loto del Señor,
y como la mueven las abejas negras, seguidoras de la primavera, no sólo está
ocupada en una diversidad de placeres - sirve al Señor, cosa que hace junto con
sus acompañantes constantes - , sino que también está dedicada a cantar las
glorias de las actividades del Señor.
VERSO 15 — El Señor Brahmā vio en los planetas
Vaikuṇṭha a la Personalidad de Dios, quien es el Señor de toda la comunidad de
devotos, el Señor de la diosa de la fortuna, el Señor de todos los sacrificios
y el Señor del universo, y quien es servido por los principales servidores, tales
como Nanda, Sunanda, Prabala y Arhaṇa, Sus asociados inmediatos.
VERSO 16 — La Personalidad de Dios, a quien se
observa inclinándose favorablemente hacia Sus amorosos servidores y cuya sola
vista es embriagante y atractiva, parecía estar muy satisfecho. Él tenía una
cara sonriente, adornada con un encantador matiz rojizo, vestía prendas
amarillas, y llevaba zarcillos y un yelmo en la cabeza. Él tenía cuatro manos,
y Su pecho estaba marcado con las líneas de la diosa de la fortuna.
VERSO 17 — El Señor estaba sentado en Su trono,
y estaba rodeado de diferentes energías, tales como las cuatro, las dieciséis y
las cinco, así como de las seis opulencias naturales, juntamente con otras
energías insignificantes de carácter temporal. Pero Él era el verdadero Señor
Supremo, que se encontraba disfrutando de Su propia morada.
VERSO 18 — El Señor Brahmā, viendo así a la
Personalidad de Dios en Su plenitud, fue dominado por el júbilo de su corazón,
y, así pues, con éxtasis y amor plenos y trascendentales, sus ojos se llenaron
de lágrimas de amor. Así, él se postró ante el Señor. Ésa es la manera en que
el ser viviente [paramahaṁsa] puede lograr la perfección máxima.
VERSO 19 — Y el Señor, viendo a Brahmā presente
ante Él, lo consideró digno de crear seres vivientes, para ser controlados como
Él deseara, y, así pues, estando muy satisfecho con Brahmā, el Señor le
estrechó la mano, y, sonriendo levemente, le habló de la siguiente manera.
VERSO 20 — La hermosa Personalidad de Dios le
dijo al Señor Brahmā: ¡Oh, Brahmā, impregnado con los Vedas!, Yo estoy muy
complacido con la penitencia que has acumulado durante largo tiempo con el
deseo de crear. Difícilmente me complazco con los seudomísticos.
VERSO 21 — Yo te deseo buena suerte. ¡Oh,
Brahmā!, puedes pedirme a Mí, el dador de toda bendición, todo lo que desees.
Has de saber que la bendición máxima, que se obtiene como resultado de todas
las penitencias, es la de verme a Mí mediante la iluminación personal.
VERSO 22 — El ingenio más elevado y perfecto
consiste en la percepción personal de Mis moradas, y ello ha sido posible
debido a tu actitud sumisa en la ejecución de severas penitencias conforme a Mi
orden.
VERSO 23 — ¡Oh, impecable Brahmā!, he de
informarte que fui Yo quien te ordenó al principio hacer penitencia, cuando
estabas perplejo ante tu deber. Esa penitencia es Mi corazón y Mi alma, y, por
lo tanto, la penitencia y Yo no somos diferentes.
VERSO 24 — Yo creo este cosmos mediante dicha
penitencia, Yo lo mantengo mediante la misma energía, y Yo lo retiro todo mediante
la misma energía. Por lo tanto, sólo la penitencia constituye el poder
potencial.
VERSO 25 — El Señor Brahmā dijo: ¡Oh,
Personalidad de Dios!, Tú estás situado en el corazón de toda entidad viviente
como el supremo director, y, por lo tanto, mediante Tu inteligencia superior y
sin ningún impedimento en absoluto, estás consciente de todos los esfuerzos que
se hacen.
VERSO 26 — A pesar de eso, mi Señor, te estoy
orado para que tengas la bondad de complacer mi deseo. Por favor, quiero que se
me informe cómo a pesar de Tu forma trascendental adoptas la forma mundana, si
bien Tú no tiene esa clase de forma en absoluto.
VERSO 27 — Y [por favor infórmame] cómo Tú,
mediante Tu propio Yo, manifiestas diferentes energías, para la aniquilación,
generación, aceptación y manutención por combinación y permutación.
VERSO 28 — ¡Oh, amo de todas las energías!, por
favor háblame filosóficamente de todo lo relacionado con ellas. Tú actúas como
una araña que se cubre con su propia energía, y Tu determinación es infalible.
VERSO 29 — Por favor, háblame de manera que se
me enseñe al respecto mediante la instrucción de la Personalidad de Dios, y
que, así pues, actúe como instrumento al generar entidades vivientes, sin
quedar condicionado por esas actividades.
VERSO 30 — ¡Oh, mi Señor, el innaciente!, Tú me
has estrechado la mano tal como se hace entre amigos [como si estuviéramos en
la misma posición]. Yo me dedicaré a la creación de diferentes tipos de
entidades vivientes, y me ocuparé en Tu servicio. Yo no habré de tener ninguna
perturbación, pero oro para que todo esto no haga surgir en mí el orgullo, como
si yo fuera el Supremo.
VERSO 31 — La Personalidad de Dios dijo: El
conocimiento acerca de Mí, tal como se encuentra escrito en las Escrituras, es
muy confidencial, y tiene que ser comprendido conjuntamente con el servicio
devocional. Yo estoy explicando los enseres necesarios para ese proceso. Puedes
emprenderlo cuidadosamente.
VERSO 32 — Todo Yo, es decir, Mi verdadera forma
eterna y Mi existencia, color, cualidades y actividades trascendentales, que
todo se despierte en ti a través de la comprensión verdadera, debido a Mi
misericordia sin causa.
VERSO 33 — Brahmā, soy Yo, la Personalidad de
Dios, quien existía antes de la creación, cuando no había nada además de Mí.
Tampoco existía la naturaleza material, la causa de esta creación. También soy
Yo, la Personalidad de Dios, eso que ves ahora, y también seré Yo, la
Personalidad de Dios, lo que permanezca después de la aniquilación.
VERSO 34 — ¡Oh, Brahmā!, todo lo parece ser de
algún valor, si no se encuentra relacionado conmigo, no tiene realidad. Ello
has de considerarlo Mi energía ilusoria, que es ese reflejo que parece estar en
la oscuridad.
VERSO 35 — ¡Oh, Brahma!, por favor sabed que los
elementos del universo entran en el cosmos y al mismo tiempo no entran en él;
de modo similar, Yo Mismo existo también dentro de todo lo creado, y al mismo
tiempo me encuentro fuera de todo.
VERSO 36 — Una persona que está buscando a la
Suprema Verdad Absoluta, la Personalidad de Dios, debe sin duda buscarla hasta
este punto, en toda circunstancia, en todo espacio y tiempo, y tanto directa
como indirectamente.
VERSO 37 — ¡Oh, Brahmā!, tan sólo sigue esta
conclusión mediante la concentración fija de la mente, y ningún orgullo habrá
de perturbarte, ni en la devastación parcial ni en la final.
VERSO 38 — Śukadeva Gosvāmī le dijo a Mahārāja
Parīkṣit: La Suprema Personalidad de Dios, Hari, desapareció, después de ser
visto en Su forma trascendental instruyendo a Brahmā, el líder de las entidades
vivientes.
VERSO 39 — Ante la desaparición de la Suprema
Personalidad de Dios, Hari, quien, para los sentidos de los devotos, es el
objeto del disfrute trascendental, Brahmā, con las manos juntas, comenzó a
crear de nuevo el universo, lleno de entidades vivientes, tal como se
encontraba antes.
VERSO 40 — Así pues, una vez, el antepasado de
las entidades vivientes, y padre de la religiosidad, el Señor Brahmā, se situó
en el desempeño de actos regidos por principios regulativos, deseando el bien
del yo por el bienestar de todas las entidades vivientes.
VERSO 41 — Nārada, el más querido de los hijos
herederos de Brahmā, siempre dispuesto a servir a su padre, sigue estrictamente
las instrucciones de él, mediante su comportamiento educado, su mansedumbre y
su control de los sentidos.
VERSO 42 — Nārada complació mucho a su padre, y
deseó conocer todo lo referente a las energías de Viṣṇu, el amo de todas las
energías, pues, ¡oh, Rey!, Nārada era el más grande de todos los sabios y el
más grande de todos los devotos.
VERSO 43 — El gran sabio Nārada le hizo además
preguntas detalladas a su padre, Brahmā, el bisabuelo de todo el universo,
después de verlo bien satisfecho.
VERSO 44 — Luego, el padre [Brahmā], hablando
con satisfacción, le expuso a su hijo Nārada la Escritura védica suplementaria,
el Śrīmad-Bhāgavatam, que fue narrada por la Personalidad de Dios, y que
contiene diez características.
VERSO 45 — ¡Oh, Rey!, el gran sabio Nārada le
instruyó el Śrīmad-Bhāgavatam en sucesión al ilimitadamente poderoso
Vyāsadeva, quien desde el estado del servicio devocional, meditó en la Suprema
Personalidad de Dios, la Verdad Absoluta, en la ribera del río Sarasvatī.
VERSO 46 — ¡Oh, Rey!, tus preguntas acerca de
cómo el universo se manifestó de entre la gigantesca forma de la Personalidad
de Dios, así como las otras preguntas, he de responderlas en detalle mediante
la explicación de los cuatro versos que ya se mencionaron.
TRADUCCIÓN — Algunos de ellos tiene un tez
refulgente como el coral y los diamantes, y en la abeza tienen guirnaldas
florecientes como las flores de loto, y algunos llevan aretes.
Capítulo 10 : EL BHAGAVATAM ES LA RESPUESTA A
TODAS LAS PREGUNTAS.
VERSO 1 — Śrīla Śukadeva Gosvāmī dijo: En el
Śrīmad-Bhāgavatam, las declaraciones se agrupan en diez divisiones, respecto a
lo siguiente: la creación del universo, la subcreación, los sistemas
planetarios, la protección que brinda el Señor, el impulso creativo, el cambio
de Manus, la ciencia de Dios, el regreso al hogar, de vuelta a Dios, la
liberación y el súmmum bonum.
VERSO 2 — Para aislar la trascendencia del
súmmum bonum, las características del resto se describen a veces mediante
inferencias védicas, algunas veces mediante la explicación directa, y algunas
veces mediante explicaciones resumidas dadas por los grandes sabios.
VERSO 3 — La creación elemental de los
dieciséis componentes de la materia - a saber, los cinco elementos [fuego,
agua, tierra, aire y cielo], el sonido, la forma, el sabor, el aroma, la
textura, y los ojos, los oídos, la nariz, la lengua, la piel y la mente - se
conoce como sarga, mientras que la subsiguiente y resultante interacción de las
modalidades de la naturaleza material, se denomina visarga.
VERSO 4 — La situación idónea para las
entidades vivientes consiste en obedecer las leyes del Señor, y de ese modo
poseer una perfecta paz mental bajo la protección de la Suprema Personalidad de
Dios. Los Manus y sus leyes tienen la función de dar una dirección correcta en
la vida. El incentivo para la actividades es el deseo de realizar trabajo
fruitivo.
VERSO 5 — La ciencia de Dios describe las
encarnaciones de la Personalidad de Dios y Sus diferentes actividades,
juntamente con las actividades de Sus grandes devotos.
VERSO 6 — La fusión de la entidad viviente -
juntamente con su tendencia viviente condicional - con la acostada mística de
Mahā-Viṣṇu, se denomina la terminación de la manifestación cósmica. La
liberación es la situación permanente de la forma de la entidad viviente,
después de que ésta abandone los cambiables cuerpos materiales toscos y
sutiles.
VERSO 7 — El Supremo, quien es célebre como el
Ser Supremo o el Alma Suprema, es la fuente suprema de la manifestación
cósmica, y también su depósito y su terminación. Por ello, Él es el Manantial
Supremo, la Verdad Absoluta.
VERSO 8 — La persona individual que posee diferentes
instrumentos para los sentidos se denomina la persona adhyātmika, y la deidad
controladora individual de los sentidos se denomina adhidaivika. El cuerpo que
se ve en los globos de los ojos se denomina la persona adhibhautika.
VERSO 9 — Todos los tres antedichos estados de
diferentes entidades vivientes, son interdependientes. En ausencia de uno de
ellos, no se entienden los otros. Pero el Ser Supremo, que ve a cada uno de
ellos como el refugio del refugio, es independiente de todos, y, por lo tanto,
Él es el refugio supremo.
VERSO 10 — Después de separar los diferentes
universos, la gigantesca forma universal del Señor [Mahā-Viṣṇu], que salió de
océano Causal, el lugar de aparición del primer puruṣa-avatāra, entró en cada
uno de los universos separados, deseando recostarse en la trascendental agua
creada [Garbhodaka].
VERSO 11 — Esa Suprema Persona no es impersonal,
y, por lo tanto, tiene como cualidad distintiva la de ser un nara, o persona.
Por consiguiente, el agua trascendental que emana del Supremo Nara se conoce
como nāra. Y debido a que Él se acuesta en esa agua, se lo conoce como
Nārāyaṇa.
VERSO 12 — Uno debe saber definitivamente que
todos los ingredientes materiales, las actividades, el tiempo y las
modalidades, así como las entidades vivientes que están destinadas a disfrutar
de todo ello, existen sólo por Su misericordia, y tan pronto como Él no se
ocupa de ellos, todo se vuelve inexistente.
VERSO 13 — El Señor, mientras yacía en Su cama
de sueño místico, generó el símbolo seminal, de matiz dorado, a través de la
energía externa, debido a Su deseo de manifestar diversas variedades de
entidades vivientes procedentes sólo de Él.
VERSO 14 — Tan sólo óyeme decir cómo la potencia
de Su Señoría divide la unidad en tres partes, que reciben el nombre de
entidades controladoras, entidades controladas y cuerpos materiales, de la
manera mencionada anteriormente.
VERSO 15 — Del cielo, situado dentro del cuerpo
trascendental del Mahā-Viṣṇu manifestador, se genera la energía de los
sentidos, la fuerza mental y la fuerza corporal, así como también el total del
manantial de la fuerza viviente total.
VERSO 16 — Así como los seguidores de un rey
siguen a su señor, en forma similar, cuando la energía total está en
movimiento, todas las demás entidades vivientes se mueven, y cuando la energía
total cesa de trabajar, todas las demás entidades vivientes detienen las
actividades de los sentidos.
VERSO 17 — La fuerza viviente, agitada por el
virāṭ-puruṣa, generó el hambre y la sed, y cuando Él deseó beber y comer, se
abrió la boca.
VERSO 18 — De la boca se manifestó el paladar, y
luego se generó también la lengua. Después de esto aparecieron todos los
diferentes sabores, para que la lengua pudiera saborearlos.
VERSO 19 — Cuando el Supremo deseó hablar, se vibraron
discursos por la boca. Luego se generó de la boca la deidad controladora
llamada Fuego. Pero cuando Él yacía en el agua, todas esas funciones
permanecieron suspendidas.
VERSO 20 — Luego, cuando el supremo puruṣa deseó
percibir olores, se generaron las fosas nasales y la respiración, aparecieron
los olores y el instrumento nasal, y la deidad controladora del aire, llevando
el olor, también se manifestó.
VERSO 21 — Así pues, cuando todo existía en la
oscuridad, el Señor deseó verse a Sí Mismo y a todo lo que se había creado.
Luego, los ojos, el iluminador dios Sol, la capacidad de visión y el objeto de
la vista, se manifestaron todos.
VERSO 22 — Con el desarrollo en los grandes
sabios del deseo de saber, se manifestaron los oídos, la capacidad de oír, la
deidad controladora de la audición, y los objetos de la misma. Los grandes
sabios deseaban oír hablar acerca del Yo.
VERSO 23 — Cuando apareció un deseo de percibir
las características físicas de la materia, tales como la suavidad, la dureza,
el calor, el frío, la liviandad y la pesadez, se generaron el trasfondo de la
sensación, la piel, los poros cutáneos, los vellos del cuerpo y sus deidades
controladoras (los árboles). Por dentro y por fuera de la piel se encuentra una
cobertura de aire a través de la cual se hizo patente la percepción de los
sentidos.
VERSO 24 — Después, cuando la Suprema Persona
deseó realizar diversas variedades de trabajos, se manifestaron las dos manos y
su fuerza controladora, e Indra, el semidiós del cielo, así como también los
actos que dependen tanto de las manos como del semidiós.
VERSO 25 — Luego, debido a Su deseo de controlar
el movimiento, se manifestaron Sus piernas, y de las piernas se generó la
deidad controladora llamada Viṣṇu. Mediante Su supervisión personal de este
acto, todas las variedades de seres humanos se ocupan laboriosamente en el
sacrificio constituido por las ocupaciones obligatorias.
VERSO 26 — Luego, para el placer sexual,
engendrar prole y saborear néctar celestial, el Señor manifestó el órgano genital,
y por ello existe dicho órgano y su deidad controladora, el Prajāpati. El
objeto del placer sexual y la deidad controladora se encuentran bajo el control
del órgano genital del Señor.
VERSO 27 — Después de eso, cuando Él deseó
evacuar el desperdicio de los comestibles, el agujero de la evacuación - el ano
- y el órgano de los sentidos respectivo, se desarrollaron juntamente con la
deidad controladora, Mitra. El órgano de los sentidos y la sustancia que se
evacua se encuentran ambos bajo el refugio de la deidad controladora.
VERSO 28 — Luego, cuando Él deseó moverse de un
cuerpo a otro, se crearon conjuntamente el ombligo y el aire de la partida y la
muerte. El ombligo es el refugio de ambos, es decir, de la muerte y de la
fuerza separadora.
VERSO 29 — Cuando hubo un deseo de tener comida
y bebida, se manifestaron el abdomen y los intestinos, y también las arterias.
Los ríos y los mares son la fuente de su sustento y metabolismo.
VERSO 30 — Cuando hubo un deseo de pensar acerca
de las actividades de Su propia energía, se manifestaron entonces el corazón
(el lugar de asiento de la mente), la mente, la Luna, la determinación y todos
los deseos.
VERSO 31 — Los siete elementos del cuerpo, a
saber, la fina capa que se encuentra sobre la piel, la propia piel, la carne,
la sangre, la grasa, la médula y el hueso, están todos hechos de tierra, agua y
fuego, mientras que el aliento vital es producido por el cielo el agua y el
aire.
VERSO 32 — Los órganos de los sentidos están
apegados a las modalidades de la naturaleza material, y las modalidades de la
naturaleza material son productos del ego falso. La mente está sujeta a toda
clase de experiencias materiales (felicidad y aflicción), y la inteligencia es
la característica de la deliberación de la mente.
VERSO 33 — Así pues, con todo eso, el aspecto
externo de la Personalidad de Dios es cubierto por formas toscas tales como las
de los planetas, los cuales te fueron explicados a ti por mí.
VERSO 34 — En consecuencia, más allá de ésta [la
manifestación tosca] se encuentra una manifestación trascendental, más fina que
la forma más fina. Esa manifestación no tiene ningún comienzo, ni estado
intermedio, ni final; por consiguiente, se encuentran más allá de los límites
de la expresión o de la especulación mental, y es distinta de la concepción
material.
VERSO 35 — Ninguna de las dos formas anteriores
del Señor, que se acaban de describir ante ti desde el punto de vista material,
es aceptada por los devotos puros del Señor que lo conocen bien.
VERSO 36 — Él, la Personalidad de Dios, se
manifiesta con una forma trascendental, siendo el sujeto de Su nombre
trascendental, cualidad, pasatiempos, séquito y variedad trascendental. Si bien
Él no es afectado por ninguna de esas actividades, parece estar ocupado de esa
manera.
VERSOS 37-40 —
¡Oh, Rey!, he de decirte que todas las entidades vivientes son creadas por el
Señor Supremo de acuerdo con sus pasadas acciones. Eso incluye a Brahmā y sus
hijos, tales como Dakṣa; a los cabezas periódicos, tales como Vaivasvata Manu;
a los semidioses, tales como Indra, Candra y Varuṇa; a los grandes sabios,
tales como Bhṛgu, Vyāsa y Vasiṣṭha; a los habitantes de Pitṛloka y Siddhaloka;
a los Cāraṇas, Gandharvas, Vidyādharas, Asuras, Yakṣas, Kinnaras y ángeles; a
los seres serpentinos; a los Kimpuruṣas con forma de mono; a los seres humanos;
a los habitantes de Mātṛloka; a los demonios, Piśācas, fantasmas y a los
espíritus, a los lunáticos y a los espíritus malignos; a las estrellas buenas y
malas; a los duendes; a los animales del bosque; a las aves; a los animales
domésticos; a los reptiles; a las montañas; a las entidades vivientes móviles y
fijas; a las entidades vivientes nacidas de embriones, de huevos, de
transpiración o de semillas, y a todas las demás, bien sea que se encuentren en
el agua, en la tierra o en el cielo, felices, afligidas, o con mezcla de
felicidad y aflicción. Todas ellas, de acuerdo con sus pasadas acciones, son
creadas por el Señor Supremo.
VERSO 41 — De acuerdo con las diferentes
modalidades de la naturaleza material - la modalidad de la bondad, la modalidad
de la pasión y la modalidad de la oscuridad - , existen diferentes criaturas
vivientes, que son conocidas como semidioses, seres humanos y entidades
vivientes infernales. ¡Oh, Rey!, hasta una modalidad específica de la
naturaleza, estando mezclada con las otras dos, se divide en tres, y, así pues,
cada clase de criatura viviente es influida por las otras modalidades, y así
adquiere sus propios hábitos.
VERSO 42 — Él, la Personalidad de Dios, como el
sustentador de todo lo que hay en el universo, aparece en diferentes
encarnaciones después de establecer la creación, y, así pues, rescata a todas
las clases de almas condicionadas, de entre los humanos, los no humanos y los
semidioses.
VERSO 43 — Después de eso, al final del milenio,
el propio Señor, en la forma de Rudra, el destructor, aniquilará la creación
completa, tal como el viento dispersa las nubes.
VERSO 44 — Los grandes trascendentalistas
describen así las actividades de la Suprema Personalidad de Dios, pero los
devotos puros merecen ver cosas más gloriosas en la trascendencia, más allá de
estos aspectos.
VERSO 45 — El Señor no actúa directamente como
ingeniero en la creación y la destrucción del mundo material. Lo que se
describe en los Vedas acerca de Su participación directa, es simplemente para
contrarrestar la idea de que la naturaleza material es el creador.
VERSO 46 — Este proceso de creación y
aniquilación, descrito aquí en resumen, es el principio regulativo que existe
durante el período de un día de Brahmā. Ése es también el principio regulativo
en la creación del mahat, en el que se disemina la naturaleza material.
VERSO 47 — ¡Oh, Rey!, he de explicarte en su
debido momento la medida del tiempo en sus aspectos toscos y sutiles, con las
características específicas de cada uno de ellos, pero por los momentos
permíteme explicarte el Pādma-kalpa.
VERSO 48 — Śaunaka Ṛṣi, después de oír todo lo
referente a la creación, le preguntó a Sūta Gosvāmī acerca de Vidura, pues Sūta
Gosvāmī le había informado anteriormente cómo Vidura había abandonado el hogar,
dejando a un lado a todos sus familiares, a quienes era muy difícil abandonar.
VERSOS 49-50 —
Śaunaka Ṛṣi dijo: Haznos saber, por favor, qué asuntos se discutieron entre
Vidura y Maitreya - quienes conversaron acerca de temas trascendentales - , y
qué preguntó Vidura y respondió Maitreya. También, por favor, haznos saber cuál
fue la razón por la que Vidura abandonó la relación con los miembros de su
familia, y por qué regresó de nuevo al hogar. Por favor, también danos a
conocer cuáles fueron las actividades de Vidura mientras se encontraba en los
lugares de peregrinaje.
VERSO 51 — Śrī Sūta Gosvāmī respondió: Ahora he
de explicarles a ustedes los mismos asuntos que explicó el gran sabio en
respuesta a las preguntas del rey Parīkṣit. Por favor, oigan atentamente.
FIN DEL SEGUNDO CANTO.
FIN DEL SEGUNDO CANTO.
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